Las reformas que necesita la agricultura cubana

Elías Amor Bravo, economista

Granma se hace eco hoy de una información según la cuál el régimen ha dado vía libre a un conjunto de resoluciones, publicadas en la Gaceta Oficial Extraordinaria No. 43, de los ministerios de Trabajo y Seguridad Social, Agricultura y Finanzas y Precios, que, en cierto modo, suponen un tímido avance hacia la regulación vía mercado, de las relaciones laborales en la economía castrista. Y este pequeño paso se produce, como no podría ser de otro modo, en la deprimida e ineficiente agricultura. Vamos a ver por qué.

Como ya se ha señalado, la norma permite, por primera vez en varias décadas, a los agricultores pequeños, vinculados o no a una Unidad Básica de Producción Cooperativa, una Coo­perativa de Producción Agropecuaria o a una Cooperativa de Créditos y Servicios, la contratación directa de trabajadores que deberán estar inscritos en la nueva actividad de Trabajador Agropecuario creada en el trabajo por cuenta propia.

Antes de esta norma, la contratación de estos trabajadores se realizaba por las cooperativas de créditos y servicios, con destino a la ejecución de labores permanentes, lo que traía consigo complicaciones burocráticas y, al mismo tiempo, no daba una solución concreta a las necesidades laborales estacionales derivadas de la agricultura.

La nota de Granma señala textualmente que “las nuevas disposiciones tienen como objetivo fundamental estimular la con­tratación de trabajadores relacionados directamente a labores agropecuarias de una for­ma ágil, ordenada y legal, de manera que la actividad pueda tener un desenvolvimiento más dinámico, acorde con la necesidad de incrementar las producciones en los campos cubanos”.

De forma incomprensible, la solicitud de inscripción en esta nueva figura de trabajo por cuenta propia, con in­dependencia del municipio donde el interesado posea el domicilio legal, podrá realizarse en todo el país, excepto en la provincia de La Habana. Una excepción que no está clara ni se ha explicado. Del mismo modo, es el estado quien se reserva la facultad de establecer los municipios en los que se autorizará esta nueva modalidad. Además, las personas que ejercen el trabajo por cuenta propia en la actividad de trabajador agro­pe­cuario eventual podrán mantener vigente su autorización, hasta el momento en que causen baja por algunas de las razones previstas en la legislación. Lo que implica que la posibilidad de realizar estas funciones también está condicionada por el estado. Finalmente, la norma establece, entre otros elementos, la aplicación del régimen simplificado de tributación para el pago de los impuestos de aquellos que ejerzan como tra­bajador agropecuario, mediante el pago de una cuota consolidada mínima mensual de 50 CUP, así como el pago de la contribución especial a la Seguridad Social.

Desde hace algún tiempo, el régimen intenta promover la producción agrícola en la economía, pero las medidas adoptadas desde los tiempos, ya lejanos, de las “entregas de tierras en usufructo” no están produciendo los resultados esperados. Los cambios introducidos con los llamados "Lineamientos" no han conseguido frenar la caída en picado de la participación de la actividad agraria en la economía, que apenas alcanza el 3,7% del PIB en 2015, con un crecimiento promedio entre 2010 y 2015 de sólo un 1,6% frente a la media del conjunto de la economía que ha sido del 2,7% en el mismo período.

El empleo agrario, por el contrario, alcanza al 18,5% de la población ocupada de la economía, y a resultas de ello, los niveles de productividad del sector son muy bajos y apenas alcanzan el 20% de la productividad total de la economía. Y ello, a pesar de que el salario medio en la agricultura, 834 CUP es superior al del conjunto de la economía, de 687 CUP. Distorsiones derivadas de un proceso de cambios lentos, vacilantes, mal orientados y gestionados de manera deficiente. El objetivo de las autoridades, sin embargo, es reducir la enorme dependencia de la importación de productos alimenticios, que ascendieron a 1.800,9 Millones de CUP frente a las exportaciones, de sólo 522,9 Millones CUP. La balanza comercial agraria muestra una baja tasa de cobertura de apenas un 29% y  plantea, de forma continua, al régimen tensiones de liquidez que se tienen que compensar con el recurso al endeudamiento internacional, pese a contar con un suelo fértil, un clima benigno excepcional y una fuerza laboral suficiente y cualificada.

Fidel Castro ha dejado una pésima herencia para la agricultura cubana y el estado actual del sector, que trata de impulsar reformas como las que se hace referencia en este post, es muy deficiente y completamente ajeno a las necesidades de la sociedad y de la economía.

La agricultura cubana necesita mucho más que estímulos a la contratación de trabajadores. Es un paso, pero hace falta la instauración de un marco jurídico de protección de los derechos de propiedad privada, que suponga la reducción de las tierras actualmente ociosas que continúan en manos del estado y su promoción al mercado para la puesta en cultivo con escalas óptimas y el objetivo de la rentabilidad y atracción de capital extranjero especializado en tecnologías, I+D y métodos productivos. Estas reformas son necesarias para evitar el pésimo resultado que los "Lineamientos" no consiguen revertir. Los parches, en Economía, nunca funcionan bien.

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