Las sanciones a Rusia y Cuba abren nuevos frentes

Elías Amor Bravo economista 

La guerra en Ucrania prosigue con el saldo diario de víctimas humanas por la violencia de un ejército invasor contra un pueblo que lucha por defender su soberanía. En Cuba, ya se sabe. A verlas venir, tratando de minimizar los efectos de la crisis sobre una economía, la cubana, que ha empezado el año con datos frustrantes, al menos en lo que a turismo respecta.

En enero, se han recibido 134.661 viajeros del exterior, de los que visitantes han sido 86.483.  En ambos casos, son cifras absolutas que triplican la del mismo mes del año pasado. Eso es así y es incuestionable, pero de ahí a pensar que el turismo ya está saliendo del bache, requiere un poco de sentido común. En efecto, si estos datos se comparan con los producidos en el mes de enero de 2019, que fue el último que registró un ejercicio “normal” de actividad turística en la Isla, el resultado no puede ser más decepcionante.

En efecto, en aquel mes, se recibieron en Cuba, en plena temporada alta, 489.618 visitantes, lo que supone casi 6 veces más que los llegados en el pasado mes de enero. La posible recuperación del turismo está muy lejos, y el sector se mantiene a niveles de actividad muy bajos que suponen reducidos índices de ocupación y de rentabilidad hotelera, y unos ingresos en divisas insuficientes para atender las necesidades del estado comunista.

Los datos son los que son, y hay que asumir que la temporada alta de 2022 se ha perdido (todavía hay alguna esperanza hasta el mes de marzo, pero la guerra de Ucrania está paralizando reservas y viajes), y que será muy difícil que el turismo cubano remonte sus cifras este año. Así que, a esperar tiempos mejores.

Además, la llegada de rusos, incluso antes de comenzar la guerra de Ucrania y las sanciones, solo alcanzó a unos 19.434 lo que apunta a un crecimiento con respecto al año anterior, inferior al del conjunto de turistas llegados, reflejando un cierto agotamiento de este mercado antes de que se aplicasen las sanciones. Mercados como Canadá o la comunidad exterior también crecieron con respecto a enero de 2021, pero siguen en niveles muy bajos con respecto a 2019.

Por comparar con algo más concreto, los turistas que llegaron a República Dominicana en enero de 2022 fueron 530.952, alrededor de 6 veces más que la cifra registrada en Cuba y, además, con un crecimiento del 250% con respecto al mismo mes del año anterior. Alguien debería prestar atención a estas cifras, porque al turismo cubano no le cuadran los números. Las dimisiones de los responsables deberían estar encima de la mesa, y ya.

No obstante, en La Habana deben estar mucho más preocupados por el reciente anuncio de Putin de que Rusia prohibirá las exportaciones de productos y/o materias primas para proteger a la industria rusa de una sangría incontenible de empresas multinacionales e industrias que están dejando de producir en el país por aplicación de las sanciones.

El Gobierno ruso aún no ha anunciado la lista de productos y materias primas a las que afectará esta sanción, así como los países a los que no se podrán enviar. Pero como ha anticipado la agencia de noticias TASS, la lista comprende unos 200 productos, entre los que se incluyen equipos técnicos, de telecomunicaciones y médicos, vehículos, maquinaria agrícola, equipos eléctricos. De igual forma, se verán afectados otros artículos como vagones y locomotoras, contenedores, turbinas, máquinas de procesamiento de metal y piedra, monitores, proyectores, consolas y paneles.

¿Qué les suena? El grueso de la exportación rusa a Cuba. Yo pienso que Cuba, como país “amigo” de Rusia no será incluido en la lista de países, pero como todos estos productos se consideran prioritarios para Rusia y lo primero es lo primero, sería altamente recomendable  empezar a buscarlos por otro sitio, más aún cuando se financian con créditos a la exportación que Rusia no podrá financiar acercándose como está a la bancarrota. Desde luego, la noticia es inquietante para los dirigentes comunistas cubanos, ya que la mayor parte de esos productos que forman parte de la “lista negra” de la exportación rusa, constituyen más del 80% de las exportaciones rusas a Cuba.

Al final, las sanciones de Occidente a Putin por sus crímenes de guerra acabarán dañando a la Isla, y no solo con una menor llegada de turistas rusos a corto plazo, o de otros países después, sino con los efectos que, sobre el comercio exterior, puede tener la crisis de default hacia la que avanza con paso rápido la economía rusa.

El viceprimer ministro ruso Alexander Novak dijo que Rusia tiene todo el derecho a tomar medidas si se imponen sanciones a sus exportaciones energéticas, como establecer un embargo al gas que llega a Europa a través del gasoducto Nord Stream 1. Novak señaló que con sanciones mutuas sobre el gas nadie gana, a pesar de que los políticos europeos, con sus reclamos y acusaciones, están empujando hacia ello.

Pero en La Habana creen que estas sanciones a los europeos no les afectarán a ellos y es fácil de prever qué va a ocurrir cuando aumenten las tarifas de los pasajes de avión y la inflación alcance niveles tan altos que el poder de compra de las clases medias europeas se vea afectado. Entonces ya se verá quién hace turismo a Cuba. Las medidas de Rusia vienen a confirmar un cierto desespero y que la economía de este país está en un momento complicado con los desequilibrios en aumento.

El Kremlin en un comunicado de prensa dijo que la medida de prohibir exportaciones es necesaria para garantizar la estabilidad en el mercado ruso y Putin advirtió este jueves de que el intento de los países occidentales por minimizar el suministro de algunos productos rusos como fertilizantes, petróleo, gas y metales tendrá graves consecuencias en el mundo y para el sector de la alimentación en general. Esto también ha debido causar preocupación en La Habana. Los problemas se van acumulando. Conforme la guerra se alargue en el tiempo, las consecuencias para Cuba serán mayores, y muchas imprevistas.


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