El turismo en Cuba sí que necesita otro "estremecimiento"

Elías Amor Bravo economista

Poco a poco se van conociendo datos relativos a la evolución de la economía cubana durante este año 2022. La información del turismo correspondiente al mes de febrero acaba de ser publicada por la Oficina Nacional de Estadística.

Los datos, tal y como han sido ofrecidos, apuntan a un crecimiento con respecto al mismo período del año anterior, tanto de viajeros (490,7%) como de visitantes (522,5%). Los primeros han llegado a un crecimiento acumulado absoluto en los dos primeros meses de 281.286, en tanto que los segundos lo han hecho en 185.749. En ambos casos, se registran avances absolutos y relativos con respecto a las cifras de 2021, que fueron realmente muy malas.

Sin embargo, conviene situar los datos en perspectiva, y hacerlo remontando la comparación a lo ocurrido en el ejercicio de 2019, último que tuvo un comportamiento “normal” para el turismo, antes que se produjera la pandemia por el COVID-19. También se podrían utilizar los datos más próximos de 2020, ya que, en los meses de enero y febrero, el virus todavía no se había extendido por el Caribe y la temporada invernal evolucionaba de forma igualmente normal.

Si se realiza este análisis con los datos disponibles, se tiene que en los meses de enero y febrero de 2019 Cuba recibió un total de 949.035 visitantes, en tanto que la cifra en 2020 no se quedó lejos, 792.505, si bien con un descenso del 16,4% entre ambos. Nada que ver con el resultado producido en 2021 que fue de 35.553, en tanto que el de 2022 ha sido de 185.749, antes citado.

En realidad, los datos de esta temporada, que no conviene olvidar que es la de mayor actividad coincidiendo con los meses de invierno en el hemisferio norte, suponen casi un 80% menos que los registrados en 2019 y otro 77% menos que los producidos en 2020.

La actividad hotelera en Cuba arranca 2022 con niveles de actividad que se sitúan en promedio, un 80% por debajo de lo logrado en los años 2019 y 2020 respectivamente. Y si bien es cierto que respecto a 2021 se registra ese crecimiento del 522,5% en la cifra de visitantes, el dato finalmente alcanzado este año se encuentra muy lejos de los niveles considerados “normales” y por tanto, el deseado efecto “rebote” del turismo no se ha producido aún, y es más, se está muy lejos de lograrlo.

Con poco más de 185 mil visitantes en los meses de enero y febrero, nuestra estimación es que la tasa de ocupación hotelera se habrá situado en el entorno del 5%, en tanto que los ingresos no habrán superado los 8 millones de dólares. En 2019 se alcanzó en estos dos meses, una tasa de ocupación del 70% y unos ingresos estimados de más de 90 millones de dólares. Es evidente que, en 2022, la hostelería y los negocios vinculados a la misma siguen siendo una actividad deficitaria, poco rentable y que no levanta el vuelo.

El problema es que los principales mercados se mantienen con niveles muy bajos, si bien en febrero, Canadá volvió a ocupar la primera posición por flujo de visitantes, pero solo con unos 40.821 que representan solo el 21% del total. En un año “normal” el turismo canadiense supera el 30% del total de visitantes, esto quiere decir que todavía se encuentra 9 puntos por debajo lo que posiblemente indica que los canadienses están eligiendo otros destinos del Caribe para sus vacaciones.

Le sigue a Canadá la Comunidad cubana del exterior, con 38.075 visitantes, cuyo comportamiento difiere del resto de turistas que llegan a la Isla, y, en tercer lugar se sitúan los rusos con 35.871 visitantes, y que en febrero todavía no se habían visto afectados por la incidencia de la guerra de Ucrania. El resto de los mercados arrojan cifras inferiores, con incrementos significativos respecto al año 2021 que fue realmente muy negativo.

¿Qué nos deparan los próximos meses? No cabe duda de que se producirá una escalada en los datos. Las cifras de 2020 a partir de marzo, y las de todo 2021 fueron muy bajas, de modo que al realizar la comparación van a salir crecimientos interanuales espectaculares. 

Pero ¿Quiere ello decir que el sector está recuperando su nivel de actividad “normal”? En absoluto. Para confirmar ese resultado, se recomienda comparar con lo ocurrido en 2019, sobre todo con datos a partir de marzo, que desde luego ofrecerán una perspectiva muy distinta.

Comparación que, por ejemplo, se tiene que realizar con otros destinos del Caribe, como la  República Dominicana, que en enero de 2022 alcanzó 530.952 visitantes para su turismo, una cifra casi similar a los 557.331 registrados en enero de 2020 (un 4% menos). Se destaca que no se dispone de datos del mes de febrero para República Dominicana en el momento en que se redacta este post, pero se estima que las cifras pueden haber sido incluso, mejores.

Esto quiere decir que, en este destino turístico, competitivo del cubano, si que se ha producido el efecto rebote, y el sector funciona a niveles de actividad “normales” compatibles con la temporada alta. Se podría pensar, a tenor de las cifras, que la República Dominicana está ganando a Cuba en atracción de turistas en un contexto de recuperación lenta, pero decidida, del sector. 

Cuba se queda atrás en la carrera, y sigue sin remontar los datos anteriores a 2020, en tanto que República Dominicana crece y consolida sus posiciones. Para que esto no continúe, que lo más probable es que siga así y se refuerce la tendencia, algún responsable del turismo en Cuba debería dar explicaciones y si no es capaz, presentar su dimisión.


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