La inflación en Cuba sigue fuera de control
Elías Amor Bravo economista
La Oficina Nacional de estadística e Información de Cuba ONEI acaba de informar el dato de inflación correspondiente al mes de abril, una variación mensual de 3,54%, la más elevada desde comienzo de año.
El dato indica que los precios al consumo vuelven a tomar velocidad alcista, y se interrumpe de forma brusca la tendencia más favorable que venían experimentando desde finales de 2021, cuando la inflación interanual se situó en el 77,3%.
No hace falta insistir que el control de la inflación debe ser una prioridad del régimen comunista cubano, pero después de mucha denuncia y declaraciones de altos cargos, ni el Banco Central asume su papel en la política monetaria, ni las autoridades parecen interesadas en afrontar el problema.
Como consecuencia, a finales del mes de abril de 2022, la tasa
interanual de inflación ha alcanzado un 23,69% y el acumulado de los cuatro
primeros meses un 6,57%. La escasez de la oferta que provocó la tensión de los precios, se corresponde ahora con un entorno internacional de aumento de
precios en los mercados mundiales como consecuencia de la guerra de Rusia en
Ucrania, y esta circunstancia está perjudicando gravemente a la economía cubana
en términos de inflación.
Los componentes más expansivos del índice de precios al
consumo en lo que va de año, han sido los Restaurantes y hoteles, con una
inflación acumulada del 11,21% casi cuatro veces más que la media. Un fenómeno
que puede restar competitividad a la oferta turística de la Isla frenando la
contratación en origen de paquetes turísticos.
Los Alimentos y bebidas no alcohólicas aumentaron un 9,81%
acumulado hasta abril, ocupando el segundo puesto. Estos dos componentes del
índice han sido los que más están tensionando los precios al consumo, ya que el
resto experimenta aumentos inferiores. No obstante, sorprende el comportamiento
dispar de los precios entre los “logros de la revolución”, mientras que la
Educación aumenta sus precios un 3,48% hasta abril, Salud apenas lo hace en un
0,32%.
Si, por el contrario, se utiliza la tasa de inflación interanual
hasta abril para analizar el comportamiento de los precios, los componentes más
alcistas con respecto a la media han sido Recreación y cultura, con una tasa de
63,5%, que se sitúa en el primer puesto, desplazando al segundo a Alimentos y
bebidas no alcohólicas, con una tasa interanual de 39,06% y, en tercer lugar,
con una tasa similar a la media, Bebidas alcohólicas y tabaco, 22,89%. También
se produce una tasa interanual elevada en Restaurantes y hoteles, 21,56%.
Aunque la publicación de ONEI se empeña en mostrar que los
precios al consumo en 2022 alcanzaron resultados inferiores a los de 2021 (en los
indicadores acumulados) esto no significa que la inflación esté controlada.
Conviene recordar que en 2021 tuvo lugar la combinación de
efectos devastadores de la llamada Tarea ordenamiento, que han originado este
comportamiento inflacionista desconocido en la economía cubana, por lo que la comparación
tiene que ser favorable, en los acumulados.
Pero el dato de inflación del mes, que es el que explica lo
que realmente está ocurriendo con los precios, en 2022, un 3,54% es casi el
doble del producido el pasado año en el mismo mes, 1,88%. Algo no está funcionando
con el control de la inflación. Y, por desgracia, puede ir a peor.
Las micros, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES) en Cuba, se constituyen como actores económicos con personalidad jurídica, en el caso de las privadas están ganando progresivamente un espacio mayor en la economía nacional y sus producciones están siendo en muchos casos fuente mayorista para empresas estatales comercializadoras minoristas que después al vender a la población sienten la subida terrible del precio.
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