Malas, muy malas noticias de la industria cubana en 2021

Elías Amor Bravo economista

A este paso, alguien va a tener que asumir alguna responsabilidad del desastre de todos los sectores de la economía cubana en 2021. Ahora, la industria, un sector fundamental para generar empleo, I+D, riqueza y competitividad en cualquier nación, muestra algo más que números rojos. 

La ONEI acaba de publicar la publicación “Industria Manufacturera en Cuba. Indicadores seleccionados: Enero Junio 2021”, que tiene como objetivo presentar la evolución de esta actividad perteneciente al sector estatal, a través de una selección de indicadores de producción. La fuente de información utilizada es el formulario 0006-07 “Producción de bienes y servicios” correspondiente al Subsistema de Información Estadística Nacional (SIEN) de la ONEI, en el período de enero–junio de 2021.

La información comprende un total de 85 producciones industriales individuales, agrupadas en 22 divisiones que recogen, en líneas generales, la mayor parte de la actividad de la industria localizada en las empresas estatales. El sector privado no tiene participación en la industria. Se ofrece el dato relativo a la producción en unidades físicas de cada tipo de bienes en el período enero-junio de 2020 y de 2021, y la variación experimentada. No se facilita la información agregada con precios.

Una somera revisión de los datos, sin entrar en profundidad en los mismos, permite concluir que la industria cubana se encuentra inmersa en una grave, profunda e intensa crisis de la que no podrá salir si no se adoptan decisiones estructurales adecuadas para ello. El balance es demoledor. De las 85 producciones reseñadas en la publicación tan solo subieron su producción 17 de ellas (el 20%) en tanto que, las otras 68 (el 80%) experimentaron descensos significativos.

Este dato tiene que ser considerado como especialmente negativo si se tiene en cuenta que ya 2020 fue un ejercicio realmente malo para la industria, como consecuencia de la pandemia. Si en los primeros seis meses de 2021 la mayor parte de las producciones industriales no se han recuperado con respecto a las cifras de 2020, el daño es más profundo de lo que puede parecer, y las políticas adoptadas no están dando los resultados necesarios. La conclusión es que puede incluso ir a peor.

En concreto, en la categoría de fabricación de alimentos, que tanto escasean en la isla, 18 productos bajan mientras que solo 6 suben su producción de los 23 que integran la división, por otra parte, la más numerosa de las 22 incluidas en la estadística.

Tan solo hay una división en la que prácticamente se produce empate entre las producciones que suben y las que bajan, que es la Fabricación de otras sustancias y productos químicos, con 5 en aumento y 6 a la baja. Divisiones tan relevantes y necesarias para la economía, como la fabricación de productos de construcción, con 6 productos, experimentó descensos en todos.

Entrando con más detalle en las categorías de productos, en la división de los alimentos que como ya se ha señalado es la más numerosa, los 6 que aumentaron su producción son: langosta entera precocinada (22%). Este es un caso que merece ser destacado. El récord anual de producción se alcanzó en 2016 con 1.220 toneladas. A partir de entonces descendió en picado hasta las 568 toneladas de 2020. Si se tiene en cuenta que en el período enero a junio lleva en 2021 48 toneladas, es evidente que el desplome de esta producción es formidable.

Le siguen los descensos de cola de langosta (6%), pan (4,4%), yogur (2%), carne deshuesada de res (0,2%) y mantequilla con sal, respectivamente. Los dos primeros presentan una orientación prioritaria al mercado internacional, por cuanto rara vez entran a formar parte de la dieta alimenticia de los cubanos. En esta categoría, descienden, de forma importante, la producción de galletas de sal (-55,6%), los quesos (45,8%), la mantequilla sin sal (45,6%), la carne de cerdo (-41,7%), el arroz elaborado (36,6%), las pastas alimenticias (26,6%) y así sucesivamente.

La segunda categoría más numerosa es la fabricación de otras sustancias y productos químicos, integrada por 11 productos, de los que 5 suben y otros 6 bajan. Entre los que suben, el más destacado es la pasta dentífrica (43%), seguida del jabón de tocador (31,9%). Estos productos eran escasos hace cuestión de meses así que los aumentos señalados han venido a explicar los fuertes déficits existentes de los mismos. También aumentan en esta categoría, las pinturas emulsionadas, (21,9%) o el detergente de uso doméstico (13,3%). Finalmente, el jabón de lavar apenas aumentó su producción un 1,7%. Frente a estos avances, destaca la intensa caída de la producción de pinturas de aceite, (-79,4%), el detergente de uso industrial (-43,5%), o el ácido sulfúrico, un –(27,3%) entre otros.

En la categoría de productos para la construcción, con 6 componentes, al margen de que todos disminuyen, la fabricación de tejas cayó un 90%, casi toda, y la de cemento gris un 47,3% entre otros descensos significativos.

Otra categoría integrada por 6 productos es la relativa a elaboración de bebidas, en la que descienden su producción todos los bienes señalados, con descensos en cerveza (34,1%), alcohol natural (30,5%) y hasta un 10% en la fabricación de refrescos.

En 12 categorías de las 22 que recoge la estadística, todos los productos experimentaron descensos de la oferta.

Esto ocurre, como ya se ha señalado, en elaboración de bebidas, elaboración de productos de tabaco o fabricación de productos para la construcción. También, en la fabricación de prendas de vestir, procesamiento de cuero y fabricación de artículos de cuero, producción de madera y derivados, actividades de edición e impresión, fabricación de caucho y plástico, productos minerales no metálicos, maquinaria y aparatos eléctricos, equipos y aparatos de radio y televisión, fabricación de equipos de transporte y fabricación de muebles.

Una variedad tan extensa de producciones industriales que obliga a referir a una situación de parálisis absoluta del sector, donde son contadas las actividades que registran algún crecimiento de la producción. Las empresas estatales responsables de estos resultados no pueden ser el eje sobre el que funcione la economía cubana, porque agonizan como consecuencia de la crisis del modelo social comunista que rige la economía y los efectos devastadores de la Tarea Ordenamiento.

Comentarios

  1. Muy interesante artículo.
    Solo señalar que en el párrafo sobre producción de alimentos, hay un descuadre. "De 23 tipos de productos 18 bajan y 6 suben".

    Saludos

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