Tiendas de Gelma: acabarán vendiendo en dólares productos fabricados en Cuba. Hay que parar esto.
Elías Amor Bravo, economista
Pues qué bien. Todo muy justo y correcto. Granma
celebra, a bombo y platillo, que ya unos 2.000 productores agropecuarios visitaron
los establecimientos del Grupo Empresarial de Logística del Ministerio de la
Agricultura (Gelma) y hasta la fecha han realizado 628 compras.
Se trata de unas visitas en las que el régimen tiene
especial interés, ya que estas tiendas estatales, venden sus productos en MLC,
siguiendo un modelo parecido al que se puso en marcha en las tiendas de
alimentos, productos de aseo y electrodomésticos.
Granma celebra que entre los compradores de estas
tiendas de Gelma están productores independientes, los asociados a formas
productivas (cooperativas) y empresas estatales. La condición que se impone es monetaria:
tienen que pagar sus compras en moneda libremente convertible (MLC) ya que no
aceptan el peso cubano, recién implantado tras la Tarea ordenamiento. Además, el
producto estrella, según Granma, son unos tractores Belarús y New Holland,
provenientes de Belarús y Brasil, respectivamente.
El trámite para la compra lo han hecho especialmente fácil.
Tan solo hay que entregar la documentación que acredita como productor y
acreditar la tenencia de tierra en la página de Facebook de Gelma. Eso sí, por
supuesto, contar con MLC para pagar. Y aquí llega la injusticia, porque un
agricultor que comercialice su cosecha en pesos cubanos a tiendas oferta y
demanda, puestos o a algunos carretilleros, ya se puede olvidar de estas tiendas
de Gelma, sobre todo porque si precisa dólares, el precio que el billete verde está
teniendo en los mercados informales ya está por encima de 50 pesos. Un 50% más
de lo que se paga en las cadecas y establecimientos oficiales. Y lo difícil
realmente en no mucho tiempo será conseguir los dólares mismos.
El ministerio de la Agricultura ha copiado el modelo
de las tiendas que ya vendían productos de alimentación, aseo y
electrodomésticos en MLC, siempre bien surtidas de pollo procedente de Estados
Unidos o aceite de Brasil, y lo ha trasladado de forma directa al ámbito
agropecuario. Y según se informa en Granma, el ministerio está negociando la
incorporación a la venta en la red de Gelma, de 32 nuevos renglones de
producciones nacionales, como sacos multicapas para carbón, bandeja para
huevos, botas, pinturas vinil, guantes, sacos de yute, vagones, multiarados,
limas planas, cubetas plásticas, cajas multiusos y productos de higienización.
Si es injustificado e irracional que el gobierno de
un país, que se pasa la mayor parte del tiempo haciendo alarde de soberanía de
su moneda nacional, venda en su red comercial propia un tractor de Belarús en MLC,
lo que más cuesta entender y, por ello, hay que denunciar, es que se vendan bienes
producidos en el país a los cubanos, en dólares.
Alguien tendría que dar la orden de detener en algún
momento a estos especuladores y defraudadores estatales que intentan centrifugar
las pocas divisas que circulan en el país y ponerlas en manos del estado para que
atienda sus fines. No se sabe bien en que artículo de la constitución comunista
se permite este tipo de operaciones comerciales en moneda extranjera. Si alguien es capaz de descubrirlo, que lo
diga.
Desde esta perspectiva no se entiende cómo es posible que todo el armazón
represor del régimen se lance en tromba contra los pequeños trabajadores por
cuenta propia, vendedores privados que luchan de sol a sol para poder ganar
algo con su trabajo, y a estos “establecimientos estatales de Gelma” se les
permita vender cajas de huevos o envases fabricados en Cuba en dólares y no en
pesos. ¿Hasta dónde va a llegar esta política repulsiva?
Es falso lo que dice Granma de que la modalidad de ventas
en MLC sea una oportunidad para tratar de superar las dificultades provocadas
por el recrudecimiento del bloqueo. Los cubanos están viendo como las tiendas
en pesos cubanos e incluso las que vendían en CUC se están quedando vacías. Lo
peor es que las tiendas en MLC también empiezan a registrar faltas en los lineales.
Si a Cuba empezó a llegar menos petróleo de Venezuela
desde 2016, o menos turistas desde mediados de 2019, o se estancó el negocio de
la venta de servicios médicos, o la inversión extranjera, el bloqueo tiene poco
o nada que ver con ello. El problema es de gestión eficaz de la economía, de mirar
dentro del país, en las estructuras jurídicas que sostienen las transacciones
de los agentes económicos, y con ello comprobar dónde están las anomalías que
impiden un funcionamiento eficiente.
Granma dice que en el sitio web del Ministerio se informa
que la venta en MLC a productores ha logrado, hasta la fecha, “recaudar” unos
300.000 dólares. Si se relaciona esta cantidad con las 628 operaciones
realizadas se obtiene un valor medio de 477 dólares (unos 11.465 pesos al
cambio actual). Estos resultados comerciales no dan motivos para grandes alegrías, lo
que indica que la experiencia está limitada por el hecho de que no son muchos
los productores agropecuarios que obtienen dólares con la venta de sus
productos en la Isla, o se han lanzado a una exportación a cuenta gotas, que está teniendo más
dificultades de las que se preveían en la Tarea ordenamiento.
En cualquier caso para obtener una medida del alcance
real de estas tiendas de Gelma, hay que tener en cuenta que en Cuba operan
409.000 productores independientes y personas jurídicas en el sector
agropecuario, según datos oficiales de la ONEI. De modo que los 2.000
que se han interesado por la venta en MLC apenas representan el 0,488% del
total.
Si, estamos hablando de menos de 0,5% del total de productores
agropecuarios que se han interesado en comprar sus insumos en MLC, o lo que es
lo mismo, el otro 99,5% ni están ni se les espera. El futuro que tienen estas
tiendas de Gelma no parece halagüeño. De hecho, en su momento, en septiembre del
año pasado, se anunció que empezaban a funcionar 16 establecimientos, pero en
realidad actualmente se han quedado en solo 7. Esto es lo que suele ocurrir
cuando se construye una casa empezando por el tejado, sin unos cimientos firmes,
simplemente, se cae. Por mucho que
inventen, el modelo social comunista cubano está agotado. No da para más.
Para que comentar si este gobierno hace mucho que no escucha a su pueblo.
ResponderEliminar