La crisis de las divisas y la economía cubana

Elías Amor Bravo economista

La reacción del régimen y del Banco Central de Cuba[1], afirmando que no habrá venta de dólares, ni siquiera controlada, en contra de noticias aparecidas y divulgadas rápidamente en el país, que anunciaban la venta de dólares y MLC de forma limitada a la tasa establecida por el Estado cubano, confirma que la situación de las divisas puede estar fuera de control para el régimen. Otro lío en que se han metido solos.

Los comunistas cubanos no han debido jugar con el cambio del peso y el dólar. Muchos ciudadanos creen que siendo falsa la noticia que tanto interés despertó en la población, el régimen debería implantar el cambio oficial de la Tarea Ordenamiento, y recuerdan la actuación de las CADECAS cuando existía el CUC, y se permitía a todo el mundo cambiar la moneda fuerte y comprar los productos que se vendían en CUC. La gente echa de menos aquellos tiempos del CUC y consideran que la decisión principal de la Tarea Ordenamiento, de suprimir el CUC de la circulación, es para muchos un grave error. Y el régimen no duda en calificar a los que así pensamos, como "enemigos de la revolución".

Y lo cierto es que en 2001 las CADECAS vendían y compraban dólares a un tipo de cambio flexible, si bien establecido en un intervalo entre 20 y 21 CUP por dólar. Después del ataque a las Torres Gemelas, la incertidumbre trajo consigo una reducción de remesas recibidas, y apareció la especulación lo que provocó una rápida pérdida de valor del peso convertible CUC frente al dólar, que pasó en muy poco tiempo de 1x21 a 1x26. Las autoridades, con Fidel Castro a la cabeza empeñado en aquellos días en enterrar la industria azucarera para siempre, no aceptaron una depreciación mayor del CUC y se logró estabilizar el cambio de 1x26 evitando que el poder adquisitivo de la población con ingresos en pesos cubanos y que precisaban de los CUC para comprar artículos que ya no se ofrecían en las tiendas estatales, se viera afectado. ¿Les recuerda a alguien algo?

Ahora, veinte años después, ya no hay CUC pero la gente que no tiene familiares en el extranjero que envíen remesas, no pueden comprar en las tiendas en MLC, cuando estos establecimientos son los únicos que permiten adquirir comida, aseo, ropa, calzado y electrodomésticos que no se encuentran en los mercados en pesos, en los que falta de casi todo. Pero el ministro Gil los califica de justos y necesarios y se muestra inflexible a la hora de cerrarlos y que vendan solo en pesos cubanos.

La gente empieza a protestar y hay quien piensa que el círculo vicioso del dólar y el peso puede acabar provocando un estallido social de mayor envergadura que el 11J. Los cubanos están hartos de los abusos de las autoridades y perciben un mercado negro con precios imposibles, que lucran a numerosos dirigentes comunistas ocultos tras los vendedores informales. Por llegar a situaciones hilarantes e irresponsables el régimen recientemente ha culpado a una red social cubana de los cambios dólar peso. Increíble.

Granma salió al paso diciendo que la divulgación de la información fake formaba parte de un complot para desestabilizar el bienestar del pueblo, provocar ansiedad y descontento popular. Argumentos que muchos cubanos rechazan, porque están hartos de lo mismo de siempre. Durante 2021 el régimen ha tenido que afrontar una valoración del peso con el dólar en los mercados informales que no se correspondía con el tipo de cambio fijo de 1x24 de la Tarea Ordenamiento. Se equivocó con el tipo de cambio de la Tarea Ordenamiento, su definición como tipo fijo y la ausencia de competencias y medios del Banco Central para actuar. De modo que se fueron adoptan diversas medidas, como la prohibición de venta en los aeropuertos o de la imposición de dólares en efectivo en las cuentas bancarias en esta divisa, pero nada. El dólar se disparaba de valor después del verano y el peso se hundía en los mercados.

Mientras tanto, y con estrecha relación con el derrumbe del peso y la pérdida de confianza en la moneda nacional, el fenómeno de la inflación imprimía más incertidumbre a las cotizaciones, elevando el cambio a 100 pesos cubanos en el mercado informal, tal y como publican en redes sociales organizaciones que se dedican a este tipo de transacciones informales.

El dólar a 100, el euro a 105 y la MLC en esa cota, lleva a que los precios de las tiendas en MLC se disparen al alza reduciendo el poder adquisitivo de los cubanos, no solo los que tienen acceso a divisas, sino aquellos que se ven obligados a cambiar pesos por dólares en los mercados informales. La elevación del nivel de precios de los bienes que se venden en las tiendas en MLC los va a dejar altos, y no bajarán, convirtiéndolos en artículos de lujo solo accesibles para unos pocos. Y el régimen, manteniendo los márgenes comerciales, a ingresar más divisas en las arcas del estado. ¿Para qué va a reaccionar?

Que los dirigentes comunistas no presten atención a este problema es un grave error que puede tener consecuencias directas para la supervivencia del régimen. No se puede mantener a ultranza un tipo de cambio fijo con un Banco Central inoperante y que carece de divisas suficientes para sostener la moneda nacional. Mantenerse inactivo ante tensiones como las que se están produciendo en las relaciones entre las divisas, puede acabar muy mal. El peso cubano, que fue sometido a una intensa devaluación del 2.300% al comienzo de la Tarea Ordenamiento fijando el cambio 1x24 frente a la paridad artificial anterior, ha sucumbido a un pésimo cálculo de fundamentales de la economía realizado por el régimen para establecer dicho cambio fijo.

La devaluación inicial del peso no sirvió para aumentar las exportaciones de la economía, y en cambio, ha alimentado un proceso inflacionista creado por la Tarea Ordenamiento, en tanto que la inacción de las autoridades arroja incertidumbre y dudas sobre qué hacer. Al gobierno se le acumulan los problemas: con un aumento de la masa salarial que no tiene precedentes, del déficit fiscal, de la inflación, de la deuda externa, todo ello confirma un absoluto fracaso del gobierno en la reforma de la Tarea Ordenamiento que ha acabado propiciando la desaparición del CUC, pero a cambio ha provocado que circulen por Cuba al menos cinco divisas extranjeras.

Lo más llamativo del escenario actual es que los mercados informales de cambios empiezan a ser fundamentales en la determinación del nivel general de precios, de ofertas de productos básicos e incluso, como algunos han destacado, hasta acabe provocando la movimientos de profesionales hacia la economía informal o a las actividades privadas. Este papel relevante de los mercados informales viene a decir claramente al régimen que su modelo económico comunista es incapaz de sostener el sistema y que está obsoleto.

Mientras tanto, el malestar social va en aumento porque los cubanos contemplan como el peso cubano se hunde y el poder adquisitivo de los salarios y activos en pesos cubanos, desaparece no solo por la inflación, sino por los cambios de moneda en los mercados informales. Los cubanos se hacen más pobres a pasos acelerados, sin que los mecanismos de intervención ayuden en algo. De hecho el presupuesto de la señora Bolaños para 2022 plantea de inicio reducciones de ingresos y gastos de un 20%. 

El régimen, encabezado por Díaz Canel, se dedica a lo mismo de siempre: atacar a los especuladores y acusarlos de generar riqueza a costa de los demás. Una vez más, argumentos que carecen de justificación y sentido. Y no contentos con esos ataques, proponen el refuerzo del control popular, pidiendo a la ANEC (la estatal Asociación Nacional de Economistas Cubanos), que ayuden a realizar ese control popular del análisis de las fichas de coste.

Lo peor de todo esto, es que Díaz Canel parece estar convencido de que con esas actuaciones delatorias y represivas, se puede dar una respuesta al pueblo sobre el control de la inflación y mejorar la situación actual, en la misma medida en que se reactivan otros escenarios. Se equivoca completamente.



[1] Antes, el lunes, el portal web oficialista Cubadebate y las estatales Casas de Cambio de Cuba ya habían publicado un comunicado negando que el estado hubiese liberado la venta de dólares a las personas que viajan al exterior, una medida que han solicitado varios cubanos debido a la inflación galopante que afecta al país.

 

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