Diaz Canel y la consagración del colectivo de las centrales eléctricas en Cuba

Elías Amor Bravo economista

¿Una nueva estrategia de recuperación energética para Cuba? ¿Cuál de todas, la primera, segunda, tercera o enésima? ¿Consagración del colectivo laboral? A dónde hemos llegado, esto carece de calificativos y cada vez va a peor. Además, el diario oficial comunista, Granma vuelve a dar rienda suelta a la imaginación periodística y así titula un artículo en portada en la edición de este domingo.

Antes de comenzar, una breve referencia al vocablo "consagrar" que en el diccionario de la Lengua española que hablamos los cubanos, tiene seis acepciones. Por cierto, cuatro de ellas con lo sagrado y la práctica religiosa católica. Es decir, poco que ver con la economía y el sentido práctico que deben tener estas cuestiones.

Dicho lo anterior, insisto en la pregunta. ¿De qué estrategia está hablando Díaz Canel en esa nota? ¿Tal vez de la incluida en su pndes 2030, la de los lineamientos, la de la estrategia económico y social, o de otra más? Es importante esta cuestión antes de vernos abocados a otras 63 o 64 medidas para la energía que acaben dando el mismo resultado que las del sector agropecuario, lanzadas a bombo y platillo hace más de un año, y sin resultados a la vista.

El anuncio del dirigente comunista cubano y su visita el sábado a la central termoeléctrica Ernesto Guevara de la Serna, en Santa Cruz del Norte, Mayabeque, vino a confirmar que el régimen comunista cubano sabe que la falta de electricidad le puede asestar un duro golpe, y que se preparan para lo que haga falta. Precisamente allí fue donde Díaz Canel, con ese “trabajo incansable por resolver la problemática del país” se sacó de la chistera lo que Granma denomina “nueva estrategia de recuperación energética en la nación”.

Eso si. Para que nadie diga algo después, Díaz Canel advirtió, “Estamos trabajando en una estrategia energética con tres objetivos fundamentales: primero, salir lo más rápido posible de los molestos apagones por el bienestar de la población, segundo realizar un grupo de inversiones para lograr la estabilidad del sistema eléctrico, y, tercero, cambiar la matriz de generación hacia fuentes renovables”. 

Bien está lo que bien acaba, si Díaz Canel cuenta con 300 millones de dólares para invertir, que lo haga. Ya hemos señalado en este blog que esa cifra es la mínima para reparar los daños provocados por la obsolescencia de las centrales, pero que la inversión en nuevas energías renovables puede multiplicarse por 10 o 15 ese importe. A ver quién pone el dinero. GAESA seguro que no. El capital extranjero ni está ni se le espera,

Al parecer, el régimen quiere ahora impulsar, a toda prisa, una serie de acciones para incrementar las capacidades, tanto en los grupos de generación distribuida, como en las termoeléctricas del país que, como no podría ser de otro modo, se encuentran amenazadas continuamente “por la hostilidad y persistencia del bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos contra Cuba”. No hay forma de  que se olviden de la eterna cantaleta.

Fue entonces que Díaz Canel se atrevió a decir que para el mes de septiembre del año en curso, se empezarán a notar los efectos de la “estrategia”, porque según él, es cuando empezarán a llegar las piezas y componentes necesarios para los mantenimientos, lo que lleva a más de uno a preguntarse, ¿por qué no se compraron antes las piezas en vez de construir hoteles? ¿por qué se ha tenido que llegar a la situación actual de desconcierto general? ¿por qué hay ahora financiación para esto y antes no la hubo? No hay respuesta.

Que nadie se haga ilusiones con todo esto. La mejoría, según Díaz Canel, en todo caso, será gradual, lo que significa que los apagones van a continuar hasta diciembre (cinco meses habrá que esperar aun de sufrimiento) para que según el dirigente comunista la “estrategia” proporcione resultados positivos, con la recuperación de alrededor de 290 MW en termoeléctricas, más de 400 en nuevas tecnologías y otros 190 MW en generación distribuida. Números que sobre el papel están muy bien, pero que su cumplimiento en las actuales condiciones de crisis económica mundial, está muy lejos de alcanzarse y alguien ha debido informar a Díaz Canel de todo esto, porque si no, lo dicho por él, es papel mojado.

Además, la nueva estrategia energética actualizada está formada por un grupo de acciones en desarrollo hasta el año 2023, que permitirán consolidar la estabilidad del SEN. Una vez más, ¿Por qué no se establecieron antes estas acciones? Entre el deficiente comportamiento de las unidades que están en servicio y las aportaciones a la red, los directivos de la central termoeléctrica inundaron a Díaz Canel de datos en MW como si esa fuera la tarea del presidente de la república que, por otro lado, ya había estado de visita en la central diez semanas antes, cuando la situación era más o menos la misma que ahora.

Díaz Canel paseó por la central, cumplió con el reportaje fotográfico, compartió con operarios del taller de maquinado, sobre las soluciones realizadas para mantener en servicio los tres bloques, "a partir de la inventiva, la ciencia y la resistencia creativa de los obreros y técnicos" que son cosas que le encantan pero que sirven de bien poco para aumentar la productividad del sistema. Y dio una vuelta por la planta de ósmosis inversa, para la desmineralización del agua de mar del litoral norte, en la que mostró interés por su funcionamiento y por la estabilidad productiva de sus tres líneas. Sin duda, los asesores de Díaz Canel le habían preparado una intensa y motivadora visita de trabajo para resolver los problemas energéticos del país.

En su despedida de la central Díaz Canel hizo lo mismo que hace siempre, exhortar a los directivos a mantener la estabilidad de la industria, recuperar la capacidad total de los bloques, seguir preparando los mantenimientos y las nuevas inversiones. Y estas peticiones las realizó al mismo tiempo que reconoció lo que llama Granma “la consagración del colectivo”. Desde luego, ese lenguaje hay que ir cuidándolo, básicamente por lo que puede venir, ¿no creen ustedes? En vez de tanta consagración, hay muchas tareas pendientes que acabar. ¿Por qué no se ponen a ello de verdad?