No hubo show en el primer día de la iniciativa cambiaria
Elias Amor Bravo economista
La prensa estatal del régimen se ha sorprendido al comprobar que el primer día de la nueva medida de compra de divisas por el Estado “ha transcurrido con total calma y según lo previsto”. ¿Qué pensaban que iba a ocurrir? Tal vez habían imaginado uno de esos shows que tanto agradan a los comunistas, con acumulaciones de ciudadanos desesperados intentando vender sus dólares o euros por lo que pudiera pasar, o que en algún momento, incluso, tuviera lugar algún conflicto entre las entidades estatales que ofrecen el cambio por no estar preparadas. Cualquier cosa con tal de cambiar el foco, no conviene olvidar que esta iniciativa cambiaria llega en un momento en que en Cuba la crisis es total.
Pues no. No hubo show. La medida, que según el ministro repite de forma machacona, no es otra cosa que “un paso importante en el propósito de establecer un mercado cambiario para comprar y vender divisas legalmente” a los visitantes extranjeros, la población y a los actores económicos no estatales, se quedó en un día más en el que todo transcurrió con absoluta normalidad en las calles de las ciudades.
Así que los comunistas cubanos se quedaron sin el show y los primeros pasos del estado comunista como comprador de divisas, incluyendo el dólar estadounidense en efectivo, eso sí, con una tasa de cambio superior a la ofrecida en el mercado informal, tampoco provocó reacciones de este, que como se preveía, se mantuvo tranquilo, operando con eficiencia como siempre y dando servicios a quienes lo solicitaban.
El show quedó para otra ocasión. Básicamente, porque por mucho que las autoridades se empeñen en vestir una simple medida de autorizar cambios de moneda como algo relevante, no lo es, y lo mejor de todo, es que ese servicio ya se viene prestando de forma habitual desde hace un año y medio por personas que han ocupado el papel del sistema financiero, en un momento en que éste hizo una completa dejación de funciones.
Porque las direcciones de Políticas Económicas y de Información y Comunicación Institucional del Banco Central de Cuba (BCC) pueden decir lo que les de la gana, y perder el tiempo con campañas de comunicación en la prensa estatal para tratar de convencer de que la medida del ministro Gil “es un paso importante en el propósito de establecer un mercado cambiario para comprar y vender divisas legalmente a los visitantes extranjeros, la población y a los actores económicos no estatales”. Pierden el tiempo, porque los cubanos que necesitan divisas saben dónde y cómo la pueden conseguir sin necesidad de recurrir al estado.
De modo que este primer día del proceso de cambio de las divisas al nuevo tipo con el dólar de 1X120 ha sido normal, y ha pasado sin pena ni gloria, con la población acudiendo a realizar sus operaciones de cambio de divisas por efectivo en CUP,, los depósitos de efectivo en tarjetas magnéticas en CUP y extracciones de efectivo en CUP de cuentas en divisas, así como transferencias desde cuentas en divisas a cuentas en CUP, todo ello sin grandes aglomeraciones ni estridencias pese a que todas las operaciones debían realizarse en ventanillas. Todo muy tranquilo, y eso sí, pagando unas comisiones en forma de margen comercial que en el mercado informal, recordaron muchos, no se suelen cobrar o no son tan elevadas.
La prensa oficial hizo referencia a que el efectivo en pesos cubanos disponible en las sucursales bancarias y casas de cambio para atender los cambios de la población, apenas se utilizó, pese a que el régimen había hecho esfuerzos denodados para garantizar las condiciones y la disponibilidad de efectivo en CUP en respuesta al servicio de compra de divisas anunciado. Lo cual, si se piensa detenidamente, es otro fallo de cálculo porque los cubanos lo que buscan son dólares y no pesos cubanos, que pasa por ser la moneda débil, de modo que aquellos que tienen dólares los mantienen, salvo casos excepcionales, en espera de que su valor suba, que lo hará. Los bancos y cadecas realmente estuvieron vacíos este primer día y lo seguirán estando hasta que se anuncie la venta, y entonces se verá
La tasa de cambio de 1X120 no atrajo a los dueños de dólares. Tal vez porque no es el cambio que estiman adecuado ( se queda en 110 con las comisiones) o porque la información procedente del mercado informal y sus redes sociales, les indica que en el futuro no muy lejano pueden lograr cambios de 140 y 160. Algunos anuncios en la prensa digital independiente ya establecían este cambio para operaciones a plazo.
El peso sale muy fuerte con este cambio de 120, y una vez más, el régimen quedará en evidencia ante los cubanos, como en la tarea ordenamiento cuando lanzó el 1x24. Es una vergüenza, se mire por donde se quiera, que el régimen se encuentre acorralado en su política cambiaria por un mercado libre y eficiente de oferta y demanda, que los cubanos utilizan de forma satisfactoria y que se espera que siga funcionando, a pesar de las veladas advertencias del ministro Gil.
Sin show que presentar a los medios estatales, y con los cubanos reservándose los dólares para cuando baje más el peso, la iniciativa del ministro Gil que tanto ha dado que hablar, arranca con mal pie, y eso ya se sabe qué implica para los comunistas. Son como niños que protestan y arman mucho ruido hasta que tienen el juguete que ansían, pero una vez conseguido, se olvidan de él y lo abandonan en una esquina del desván. Aquí puede ocurrir lo mismo, y sería lo mejor. Que se olviden del mercado cambiario estatal y que dejen funcionar a la libertad económica y el mercado informal. Los cubanos y todo el mundo, lo agradecería.
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