El debate económico no es sobre instrumentos, sino sobre objetivos

Elías Amor Bravo economista

Hay muchas razones para explicar el fracaso de seis décadas de la economía cubana. Pero cuando se observa el espectáculo de los dirigentes del partido y del régimen durante el IV Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC), aprobando la Actualización de la Estrategia Económica y Social y el Plan de la Economía para 2022 se entiende algo más de lo que está pasando.

Nada más y nada menos que tres documentos fueron analizados en la tarde del martes y la mañana del miércoles en el IV Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC), bajo la dirección del Primer secretario y presidente de la República, Díaz Canel. En el encuentro se informó, en primer lugar, sobre el estado de la implementación de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución para 2021-2026[1], y después, se aprobaron los documentos sobre la Actualización de la Estrategia Económica y Social y la evaluación de las medidas antinflacionarias, y el Sistema de atención a los actores económicos.

¿Qué son estos documentos? Los economistas los denominados instrumentos o medidas. Es decir, aquello que se implementa para conseguir unos objetivos, que es lo que realmente interesa en términos de prosperidad y bienestar. Díaz Canel lo dijo hace unos días, y aunque pasó desapercibido para la prensa estatal, vale la pena traer el mensaje a colación, “la burocracia no da de comer”.

Pues aquí está la cuestión. No tiene ni pies ni cabeza analizar la evolución de una economía midiendo el porcentaje de implantación de instrumentos o medidas, evaluando el ritmo de la actualización de la conceptualización, o si se aprueban tales o cuáles lineamientos. Lo que se tiene que analizar es si las consecuencias negativas de la pandemia del COVID-19 quedan realmente atrás, si se está en condiciones de afrontar el nuevo escenario de crisis económica global o si se dispone de capacidad para frenar el aumento de la inflación, y que la gente pueda comer normalmente todos los días. Hay más objetivos, pero en el caso de la economía cubana estos son prioritarios, en las condiciones actuales.

Dedicar horas de tiempo para analizar en un pleno multitudinario, el porcentaje de lineamientos que se han actualizado de año en año, suponer perder energías en algo que no tiene el menor interés ni ayuda a resolver la dramática situación de la economía.

Fiel reflejo de la ineficacia del modelo socialista comunista, centrar la discusión en los medios, y no en los fines, supone tirar por la borda las enseñanzas de Marx en El Capital y aleja la gestión de los asuntos económicos de cualquier enfoque de racionalidad. De ahí los resultados.

¿Qué relación guarda el estado de la implementación de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución, aprobados en el 8vo. Congreso para el periodo 2021-2026 con el estado y previsiones de la economía? ¿De qué modo esa implementación puede ayudar a producir más alimentos, más viviendas, a mejorar la calidad de los servicios públicos, a generar oportunidades de desarrollo y confianza, a evitar que los cubanos quieran huir del país en busca de un mundo mejor? En nada.

Pasar horas ofreciendo información sobre el primer año de la implementación de los lineamientos, es perder el tiempo de los asistentes al pleno y despilfarrar el dinero de los contribuyentes en cosas que no sirven de nada. Digan, por ejemplo, qué sentido tiene el galimatía de que, de cinco lineamientos (el 2,5 %) están «sin avance»; 79 (39,3 %) se califican con «avance bajo»; 104 (51,7 %), con «avance medio»; y 13 (7 %), con «avance alto».

Y una vez más, ¿Qué sentido tiene hablar del perfeccionamiento de la planificación de la economía nacional si lo que se tiene que hacer es suprimirla por ineficiente? ¿por qué insisten en que la planificación ha actuado sobre la “simplificación de procedimientos del proceso inversionista; la reducción de indicadores directivos; el incremento de la autonomía empresarial, y la integración gradual de las nuevas formas de gestión no estatal al diseño y ejecución del plan” si después, las inversiones en la economía están en niveles históricos mínimos, y todavía existen 500 empresas insolventes al borde de la quiebra como consecuencia de la implantación de la Tarea Ordenamiento.

Es como tratar de mejorar la planificación estratégica, del empleo y, el impacto de los instrumentos monetario-financieros, la articulación entre los planes a corto, mediano y largo plazos, la coordinación macroeconómica, el plan territorial y el papel más activo que debe desempeñar este, alineando las estrategias de desarrollo municipal, la Estrategia Económica y Social y el Plan anual. ¿Pero es que todo queda por hacer en esta economía cubana, lo que aumenta la falta de credibilidad en la misma?

Es lo mismo que destacar la implementación del marco jurídico para el desarrollo de las mipymes estatales y no estatales y las cooperativas no agropecuarias, o el Decreto Ley 34, Del Sistema Empresarial Estatal Cubano o el Decreto 33, para la Gestión Estratégica de Desarrollo Territorial. Más que analizar este compendio de normas, que se supone conocidas, lo que se tiene que valorar es el resultado objetivo de las mismas, con datos estadísticos oficiales y de calidad, de los que, de momento, la ONEI sigue sin ofrecer información.

También se habló de los retos asociados al cambio de las condiciones económicas mundiales y el incremento de los precios asociados al ordenamiento monetario, al menos ya se reconoce la influencia de la política impuesta por el partido comunista sobre el aumento de los desequilibrios y los impactos negativos provocados, pero como ocurre casi siempre en estos casos, se quedan a medio camino de lo que realmente ha ocurrido.  

Para acabar esta parte de la sesión instrumental, se habló de un hasta ahora desconocido, Programa de Estabilización para los próximos cinco años y se han adoptado decisiones para enfrentar con rapidez los principales problemas al respecto. Otro instrumento más. De objetivos y resultados, nada.

Por otra parte, en el mismo IV Pleno se aprobó la Actualización de la Estrategia Económica y Social, otro instrumento más para cumplir los objetivos y metas del Plan de la Economía para el año 2022, otro más.

Los comunistas cubanos califican la Estrategia Económica y Social como "hoja de ruta de las principales medidas para garantizar el cumplimiento de los objetivos y metas, y se concentra en lo que se ha definido como prioritario para el país".

Pero luego, ante la imposibilidad de valorar lo que es verdaderamente importante que son los objetivos y metas, se ponen a hablar otra vez de los instrumentos, destacando que la Estrategia contiene 158 medidas, estructuradas en los cinco objetivos priorizados del Plan para el año 2022. Estos ya conocidos son:

Objetivo-1. Avanzar, como parte de la reanimación gradual de la economía, en el proceso de estabilización macroeconómica.

De este, los resultados con relación a la recuperación del papel del peso cubano como centro del sistema financiero, y la racionalidad de los precios de los productos y servicios, dejan mucho que desear y son buena demostración del fracaso.

Objetivo-2. Estabilizar el Sistema Eléctrico Nacional.

Los apagones urbanos han sido sustituidos por cortes de suministro a la industria, lo que ya se reconoce por las autoridades, por la escasez de combustible, una situación que irá a más, mientras que las plantas generadoras día si y al otro también, acusan la desatención inversora de décadas.  

Objetivo-3. Atender de forma priorizada a personas, hogares y comunidades en situaciones de vulnerabilidad.

¿Qué pueden pensar los vulnerables cuando observan que en las tiendas en MLC se puede comprar todo aquello que no perciben de la canasta normada y que no se puede comprar en pesos cubanos de sus pensiones o salarios? Este es el origen de la peor vulnerabilidad social a la que el régimen no presta la debida atención y que está en el origen de posibles protestas masivas.  

Objetivo-4. Transformar el sistema empresarial estatal, sujeto principal del modelo económico.

Las transformaciones para perfeccionar la empresa estatal socialista; el funcionamiento de las mipymes y las empresas filiales, entre otras acciones, no sirven para medir el impacto objetivo de las medidas, si no se produce un cambio real en el marco jurídico de derechos de propiedad.

Objetivo-5. Descentralizar las competencias en función de una mayor autonomía en los municipios, para impulsar el desarrollo territorial.

Se ha consumado la invasión por el estado de los presupuestos locales, hasta ahora superavitarios, y ello tendrá consecuencias negativas en la equidad en el territorio.

Luego cuando no salgan las cuentas, siempre se podrá echar la culpa al embargo/bloqueo. Y siguen.



[1] Se trata de 201 Lineamientos, que abordan cuestiones tan diversas como la política económica externa, la política inversionista, o la política de Ciencia, Tecnología, Innovación y Medio Ambiente, la política Social, la Agroindustrial, la Industrial y Energética, las de Turismo y Transporte, la política para las Construcciones, Viviendas y Recursos Hidráulicos, la `política para el Comercio, y el Perfeccionamiento de los Sistemas y Órganos de Dirección.

 

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