Cuba y Vietnam: ¿Dónde está el bloqueo?
Elías Amor Bravo economista
Ni ellos se aclaran. Los dirigentes comunistas cubanos, por la mañana, se enredan en ataques furibundos a Estados Unidos por el bloqueo/embargo, al que acusan de todos los males económicos de la Isla, y por la tarde, dan instrucciones precisas a la prensa oficial para que diga lo contrario.
Véase si no, el artículo de Granma titulado “Vietnam, segundo socio asiático de la Mayor de las Antillas”. En el mismo se indica que “a pesar de la distancia geográfica, el intercambio comercial bilateral registra buenos resultados y, en la actualidad, Vietnam tiene cuatro proyectos en operación en Cuba con el capital total de 44 millones de dólares”. Ni una palabra o mención al embargo/bloqueo. Enhorabuena. Por eso, volvemos a preguntar, ¿dónde está el bloqueo?
Vayamos por partes. Podría ser que los comunistas cubanos no hablan español. No lo creo. Por eso, lo mejor es ir al significado de “bloqueo” en el diccionario de la Real Academia de la Lengua, y allí, bloqueo se define como la acción de “bloquear”, y entonces, buscando el significado de este verbo, aparecen las siguientes entradas:
1. tr. Interceptar, obstruir o cerrar el paso. Lo que evidentemente no ocurre.
2. tr. Impedir el funcionamiento normal de algo. Lo que es impensable.
3. tr. Dificultar, entorpecer la realización de un proceso. Lo que es realmente difícil.
4. tr. Entorpecer, paralizar las facultades mentales de alguien. Bueno, esto no viene a cuento.
5. tr. Realizar una operación militar o naval consistente en cortar las comunicaciones de una plaza, de un puerto, de un territorio o de un ejército. Si, eso ocurrió durante tres o cuatro días cuando los misiles nucleares soviéticos llegaban a Cuba por docenas, en barcos, y Kennedy dio a la marina nava de Estados Unidos la orden de impedir el paso y forzar la vuelta.
Se ve que se han quedado en esa imagen de comienzos de los años 60 del siglo pasado. ¿De veras se puede aplicar a la situación de Cuba en estos momentos el término “bloqueo” o “bloquear”? Difícil. Y si no, que lo pregunten a los vietnamitas.
Y si no quedan conformes, qué dice el diccionario respecto de “embargo” o “embargar” que es el otro término manoseado por los comunistas cubanos. Aquí la cosa es mucho más fina.
1. m. Prohibición del comercio y transporte de armas u otros efectos útiles para la guerra, decretada por un Gobierno. Nada que ver.
2. m. Retención, traba secuestro de bienes por mandamiento de juez o autoridad competente. Nada que ver.
3. m. desus. Indigestión, empacho del estómago. Menos aún.
4. m. desus. Daño, incomodidad. En fin, sobre esta acepción se podría argumentar cualquier cosa.
En fin, que nada de esto parece existir en Cuba en este momento, y que las alusiones comunistas a bloqueo o embargo son más una ensoñación del pasado y un desiderátum, que cualquier otra cosa. Los vietnamitas lo saben y por eso, no tienen el menor inconveniente en hacer negocios con la cúpula dirigente del régimen cubano. Ni les preocupan las supuestas amenazas. Y como ellos, otros 190 países del mundo, incluido Estados Unidos, blanco de los ataques de los comunistas cubanos, con quien es posible comerciar, pero con la condición de pagar al contado.
Granma destaca en este artículo que Vietnam “se ha convertido en el segundo mayor socio asiático de Cuba (lógicamente, el primero es China) en tanto, el trasiego mercantil entre los dos países alcanzó 102 millones de dólares en 2020”. Esta información fue divulgada durante el seminario que se está realizando en la Ciudad Ho Chi Minh, para promover las inversiones en la Zona Especial de Desarrollo Mariel (ZED Mariel).
Pero si se analizan los datos estadísticos, se tienen que rebajar estas afirmaciones. En el Cuadro 1 se presentan las exportaciones e importaciones de Cuba a Vietnam desde 2015 y el resultado (en números índices base 100=2015) no es para lanzar cohetes. Se observa un descenso importante a partir de los niveles alcanzados en 2018. El negocio no va bien.
Cuadro 1.- Comercio entre Cuba y Vietnam (índice 100=2015)
Por ello, este seminario organizado por el Centro de Promoción de Comercio e Inversión de Ciudad Ho Chi Minh, y la oficina representativa del operador logístico cubano Almacenes Universales S.A se planteó ofrecer a las empresas de Vietnam y Cuba la oportunidad de actualizar los cambios de políticas y beneficios del Acuerdo Comercial Vietnam-Cuba. En fin, “remontar” los negocios con absoluta libertad y sin límites. Y eso, a pesar del embargo/bloqueo o de la pandemia del COVID-19.
Más claro, blanco y en botella. Hasta una agencia de noticias, Vietnam Plus, ha señalado al respecto que “este encuentro en el país indochino tiene como fin intensificar la cooperación económica, en materia de inversión, comercio, turismo y salud entre esta urbe asiática y las localidades cubanas”, unas relaciones económicas que como se observa en el Gráfico 1 se vieron colapsadas durante la pandemia del COVID-19.
Apoyado en lo que la prensa estatal cubana denomina “lazos de amistad, hermandad y confianza mutuas entre Vietnam y Cuba” se han ido hilvanando una serie de proyectos y acuerdos comerciales de gran interés para la Isla, porque le permite reforzar el mensaje ideológico de siempre contra Estados Unidos.
Cuesta creer que los vietnamitas, socios comerciales de dicho país, con los que mantienen unas magníficas relaciones económicas y financieras, se dejen atrapar por la verborrea comunista cubana. Pero el caso es que ahí están los resultados y el negocio entre la isla y el país asiático va en aumento.
Este clima de relaciones económicas ha ido precedido desde el año pasado de una serie de encuentros políticos entre dirigentes comunistas de los dos países, que llevaron a algunos a analistas a pensar que la cúpula de poder cubano estaría pensando en una salida de la grave crisis por medio de un Doi Moi como el que permitió a Vietnam superar sus periódicas hambrunas y convertirlo en la potencia emergente que es ahora.
No parece que esos hayan sido los derroteros. Los comunistas cubanos y vietnamitas han hablado más de ayudas, donativos, cooperación o solidaridad que de cambios estructurales en la economía. Una lástima.
Y ello a pesar de que, desde el régimen cubano, algún vocero dijo que “estamos interesados en continuar estudiando las experiencias de Vietnam que puedan resultar útiles para la actualización del modelo económico y social cubano, incluida la seguridad alimentaria y la atracción de la inversión extranjera directa”, precisamente el tipo de "experiencias" que menos pueden ayudar a la economía cubana a superar su atraso.
Los dos países, al parecer, y según la información oficial, han establecido acuerdos en distintos sectores de la industria alimentaria, biotecnología, comunicaciones, turismo, energía, pero sin duda, la parte más importante han sido los donativos enviados por Vietnam para el combate a la covid-19, destacando el suministro de 18.000 toneladas de arroz. Cuba, por su parte, envió vacunas anti-covid.
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