¿Por qué en Cuba no se produce jabón?

Elías Amor Bravo economista

¿Y si solo fuera el jabón? El problema es que este producto no es el único que se encuentra en situación de crisis en la economía cubana, y aunque la prensa estatal le dedica atención en un artículo titulado “El jabón, entre la escasez y la necesidad”, lo que se dice en el mismo puede ser aplicable a la mayoría de las manufacturas existentes en el país.

¿Qué ocurre con el jabón? Pues básicamente dos cosas. 

Primero, que la empresa que lo produce incumple, porque no hay materia prima. Resulta que la mayor parte de los insumos se tienen que importar, y claro, al no haber divisas, se priorizan otros gastos y la gente se queda sin jabón. 

Segundo, que el poco jabón que circula por el país se vende por los “inescrupulosos” a unos precios inasumibles para el pequeño salario o pensión del cubano medio.

La somera descripción de estos hechos cotidianos viene a confirmar el fracaso absoluto del modelo económico comunista que los dirigentes cubanos se niegan a cambiar. Ni siquiera un producto básico, que se gasta con frecuencia y por ello, de alta demanda, como el jabón, encuentra una forma estable de ser producido y distribuido en condiciones “normales” a la población.

Empezando por el indignante déficit de la canasta familiar normada y acabando por los jabones de todo tipo que se encuentran en las bien surtidas tiendas en MLC, la escasez de productos de aseo en Cuba es otro motivo de malestar social que está motivado, insisto, por un sistema económico ineficiente, obsoleto y que no tiene justificación alguna.  

Los cubanos se sienten indefensos ante los apagones, la falta de suministro de petróleo o de alimentos, la cotización del peso, pero en el tema del jabón la preocupación llega a límites alarmantes que el régimen nunca ha sabido cómo resolver. Desde hace tiempo, la distribución limitada del jabón ha sido objeto de críticas generales, nadie entiende que un producto de primera necesidad y necesario para la higiene personal escasee de forma generalizada.

Como ya se señaló, la falta de materias primas e insumos, o el aumento de precios, aparece como el detonante de esta situación, pero nadie entiende cómo 63 años después, en Cuba no se hayan dado pasos para dar solución a este problema, por ejemplo, apostando por la diversificación productiva o ese término que tanto utiliza Díaz Canel de los “encadenamientos”. 

Sin esos vínculos sectoriales no hay producción que valga, y por eso, no es extraño que, del plan previsto para el año de 13.383 toneladas de jabón de lavar, se produzcan solo 5. 978 toneladas, el 56.6%. Otro tanto se puede señalar del jabón de tocador, que de producir 10.200 toneladas en el plan, se han elaborado solo  4.970, lo que representa el 47%. Alguien debería haber previsto esto hace tiempo.

Si los precios de las materias primas necesarias para este producto suben, alguien debería haber promovido una gestión logística eficiente y alternativa para asegurar los stocks imprescindibles. Si no hay financiación, pues se busca y se deja de construir habitaciones de hoteles. La culpa al bloqueo siempre está al alcance de la mano, pero no parece que se pueda justificar en este caso de la producción de jabón en que la desidia, el descontrol y el abandono parecen ser los factores motivantes de la escasez de producto.

Lo curioso del tema es que según la prensa, al parecer la fábrica de jabón no tiene ningún problema con sus maquinarias y cuenta con las piezas de repuesto en el caso de ser necesarias y con el personal capacitado. Es decir, las condiciones técnicas productivas no parecen ser el problema, que se queda en el ámbito de una pésima gestión de aprovisionamiento que arrastra la rentabilidad empresarial. Además, se informó que la UEB “Suchel Cetro” cerró el primer trimestre de este año con 50.000 pesos de pérdida. Una más de la nómina de empresas estatales insolventes que se vienen arrastrando desde el comienzo de la tarea ordenamiento el pasado año.

Ni siquiera realizar negocios con nuevos actores de la economía ha servido para algo. Tan solo se ha firmado contratos con una mipymes y una trabajadora por cuentapropia, un balance demoledor que explica con claridad cuáles son las prioridades del régimen.

Y por último, la prensa estatal se ceba con las críticas a las personas “inescrupulosas” que según dicen, se lucran vendiendo el producto a precios elevados en "grupos de compra y venta que abundan en Facebook o en los mercados informales".

Hay que decir a los comunistas que, si estas fórmulas comerciales existen en Cuba, y no se presentan en otros países, es porque el sistema económico, con sus escaseces y racionamientos, lo facilita. Y ello, porque hay personas que teniendo acceso al producto y no necesitando disponer de todo, ponen a la venta sus excedentes para obtener una ganancia, al tiempo que permiten a otros ciudadanos satisfacer sus necesidades. No hay control que valga, y gracias a esas ventas, es por lo que no tiene lugar un amplio estallido social. Habría que ver a qué precio vende el régimen el jabón en sus tiendas en MLC. Eso si que es falta de escrúpulos, pero no lo dicen.

 

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