¿A qué va Díaz Canel a San Vicente y Granadinas?
Elías Amor Bravo economista
Con el pretexto de asistir a una reunión del Caricom, los asesores internacionales de Díaz Canel lo han llevado de gira a San Vicente y las Granadinas, Barbados y Granada. Ni Fidel Castro hacía esas cosas. Sabía dónde estaba el dinero, y no perdía el tiempo cuando se trataba de ir a buscarlo por el mundo. Díaz Canel tiene tal necesidad de divisas que anda apuntando en cualquier dirección a ver que cae.
De modo que tras el periplo fracasado de Argelia, Turquía, Rusia y China, el dirigente comunista se va de viaje a uno de los estados insulares más pequeños del Caribe, y mucha gente se queda en Cuba preguntándose lo mismo: ¿es que no tiene nada que hacer aquí, que solo se dedica a viajar y viajar? La distancia de los cubanos de su régimen es máxima (ya se vio en las últimas elecciones), y se va agrandando. Estos viajes sirven de poco, Díaz Canel debería saberlo.
De modo que en Kingston, primera escala de este viaje, ante el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, Díaz Canel volvió a repetir el mismo discurso que en el viaje anterior por Rusia o China, “nos sentimos como en casa” y agradeció “la cálida acogida del pueblo y el gobierno del país”. Después, para aclarar esos sentimientos, expresó su gratitud por el voto en Naciones Unidas contra el embargo y frente a la exclusión de Cuba en la última Cumbre de Las Américas. Y también por los envíos de insumos médicos en los momentos difíciles de la pandemia, ratificando la disposición y voluntad del régimen de seguir fomentando y potenciando las relaciones con el Caribe, las relaciones con San Vicente y la Granadinas.
Y dicho lo anterior, sacó el portafolio vacío que lo acompaña en estos viajes, para mostrar a su interlocutor Gonsalves una serie de proyectos posibles en el sector del turismo; la producción de alimentos; la formación de recursos humanos; en las áreas de infraestructura y construcciones; en el intercambio en materia de salud y medicamentos; así como las acciones para mitigar los efectos del cambio climático. También citó las relaciones en los ámbitos cultural y deportivo, sobre todo el cultural, asumiendo un imposible vinculo cultural incluso en el Caribe entre los dos países. En todo caso, ni una palabra de derivados de petróleo a precio barato del crudo procedente de Venezuela. Este era el interés de los granadinos, que no pudo asegurar Díaz Canel, porque Venezuela ya no está para esos dispendios, y por eso, la visita puede quedarse, como dice Granma, en muchos “simbolismos y compromisos”, pero nada concreto y firme.
La escasa transparencia que los dos dirigentes ofrecieron de estos “acuerdos y compromisos alcanzados en base a la solidaridad” viene a confirmar que este viaje ha sido precipitado y que como todo lo que no responde a una situación real, va a concluir en un rotundo fracaso, porque la disposición de los dos países “para avanzar en la consolidación de varios temas” no garantiza en modo alguno que se logren.
El dirigente granadino mencionó una serie de actuaciones que recibieron apoyo de Cuba y que caben en los dedos de una mano en 63 años de régimen comunista, como la colaboración en la construcción del aeropuerto, en la agricultura, en la edificación del centro de diagnóstico médico, incluso la denominada “operación milagro”, que dicen benefició a la gente de San Vicente y las Granadinas al permitir que miles de personas recuperasen la vista de manera gratuita. Una vez más se confunden los términos de gratuidad con coste, porque si bien a los ciudadanos de la isla les operaron gratis, esas actividades tenían un coste que, al final de la cadena, quienes lo pagaron, y bien pagado, fueron los cubanos son su sudor, para que luego sus dirigentes lo vayan “regalando” por el mundo.
Como bien dice Granma, es cierto que Ralph Gonsalves, es un “amigo inclaudicable de la revolución cubana”, desde la independencia del país en 1979 y el posterior establecimiento de relaciones con Cuba en 1992. Pero que nadie trate de encontrar puntos comunes entre los dos países.
El PIB percápita de San Vicente y las Granadinas ronda los 7.000 euros ocupando el puesto 86 de 192 países, y aunque la economía ha descendido algo como consecuencia de los efectos de la pandemia, los analistas consideran que volverá a crecer con la recuperación del turismo y las exportaciones. Con una población pequeña, poco más de 110.000 habitantes, los principales sectores de la economía son la agricultura (el plátano está entre sus principales exportaciones), la silvicultura, la pesca y en el sector de los servicios, donde destaca el turismo. En las estadísticas de comercio exterior de Cuba, San Vicente y las Granadinas ni aparece ¿Algo que ver con Cuba?
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