La inflación de octubre: fuera de control
Elías Amor Bravo economista
Tal y como estaba previsto en este blog, la inflación en Cuba sigue fuera de control, sin que el régimen adopte las medidas de política económica necesarias, y por ello, nuevamente, en el mes de octubre, ha vuelto a dispararse el aumento de los precios hasta alcanzar una tasa interanual de un 39,73% con una variación del 4,21% respecto del mes anterior, que sube hasta los 7 puntos si se miden solo las diferencias en el índice.
De seguir este ritmo en los dos meses siguientes, el dato de inflación a finales de 2023 será uno de los más elevados del mundo, y posiblemente supere el 45% de aumento interanual. Malos datos, ya que suponen una pérdida de casi un 50% en el poder adquisitivo de salarios y pensiones desde comienzos de año y va a contribuir a empobrecer si cabe más, las condiciones de vida de los cubanos.
Pero es que además, esta inflación cercana ya al 40% en tasa interanual, no ha sido homogénea en sus distintos componentes y se ha presentado con el perfil que causa más daño a los sectores desfavorecidos de la sociedad.
El primer componente más expansivo del índice ha vuelto a ser Recreación y Cultura que con una tasa interanual del 67,34% sigue registrando la anomalía producida por un aumento de los precios a finales del pasado año, que los situó a dicho nivel, pero la evolución posterior no ha sido tan expansiva si bien, no ha sido capaz de corregir ese resultado. De hecho, la inflación acumulada desde enero ha sido de un 5,77% (debería haber sido negativa) y de hecho los precios aún aumentan en este componente, de octubre respecto a septiembre de un 0,53%.
Descontado el dato de Recreación y cultura, que tiene su propia dinámica, una vez más, la inflación de Alimentación y bebidas no alcohólicas se ha situado en puesto de cabeza, con un aumento interanual del 62,73%, casi 14 puntos más que la media, y acompañado del aumento mensual más elevado, un 6,85% así como de la inflación acumulada desde comienzo de año, 45,16%, en este caso 17 puntos más que la media. Es el peor dato de inflación en alimentos desde que se comenzó a elaborar el IPC y enciende todas las luces rojas de alarma.
La intensidad del aumento de los precios de la alimentación, unida a la escasez de oferta, definen un cuadro de dificultades para la población que ha estado presente durante todo el año, y que no va a desaparecer en fechas venideras. La crisis del sector agropecuario cubano es una evidencia de que el modelo económico comunista es incapaz de dar de comer a todos los cubanos y además, hacerlo a precios moderados. La imposibilidad de cubrir con importaciones los déficits agropecuarios de la oferta nacional, como ocurría en el pasado, tensa los precios y hace muy difícil conseguir su control. Pero aun es mucho peor volver a las prácticas de topar y controlar precios. Eso podría acabar siendo un auténtico desastre.
El tercer componente del índice ha sido Restaurantes y hoteles, con un aumento interanual del 47,79% casi nueve puntos superior a la media, y un aumento mensual del 4,48% también superior al registrado por la media. No es un asunto de precios de habitaciones de hoteles o de cenas en restaurantes, sino de actos más sencillos como una merienda, que ha vuelto a disparar sus precios. La tasa acumulada a lo largo del año alcanzó un 41,18% igualmente más elevada que la media.
Estos tres componentes del IPC cubano encienden las luces rojas de alarma en materia de inflación por cuanto representan más del 90% del efecto de los precios sobre el consumo de la población, de modo que su incidencia en el nivel de vida es máxima y acarrea los graves problemas que se observan en el país. El ministerio de finanzas y precios, a la vista de estos resultados, debería dimitir en bloque.
Por debajo de la media del IPC, el primer componente más inflacionista ha sido las Bebidas alcohólicas y tabaco que volvieron a alcanzar una tasa interanual en el entorno del 30%, en concreto, un 28,87%, con un aumento mensual de 1,75% y un acumulado desde enero del 24,85%. Las perspectivas no son favorables y apuntan a nuevos aumentos en meses venideros.
Le sigue el Transporte, con una tasa interanual del 17,78% hasta octubre, que registra un aumento mensual del 0,62% y acumulado en los diez meses transcurridos de un 11,95%. La política de subsidiar precios internacionales no logra frenar los aumentos de precios internos, sino todo lo contrario.
Después del Transporte destaca uno de los logros de la revolución, Educación que registra una tasa interanual del 14,47% con un aumento específico en el mes de octubre del 3,15% de los más elevados de los componentes del índice y que sitúa la inflación acumulada en un 11,33%. Ya nada es gratis en Cuba.
Tras la Educación Bienes y servicios diversos registró un aumento en tasa interanual del 14,35%, resultado de un aumento en el mes del 1,57% y un acumulado del 11,82%.
Los Muebles y artículos para el hogar con una tasa interanual del 13,98% ocuparon el siguiente puesto, resultado de un aumento del 1,95% en el mes y de una tasa acumulada durante el año de un 12,23%.
Finalmente, en este grupo de componentes con aumentos superiores al 10% interanual, destaca Servicios de la vivienda, con un 12,88% interanual, resultado de un 1,02% de variación mensual y de un acumulado del 10,76% hasta octubre.
Los aumentos de precios de Prendas de vestir (4,47%), Salud (2,03%) y Comunicaciones (0,2%) fueron los menores de los distintos componentes del IPC, si bien algunos como el último, vienen definidos por los resultados del trabajo estadístico, como señala la ONEI en su informe.
Las perspectivas no son favorables. El retraso con que se publica el IPC por la ONEI debería ser menor. Es posible que esta información haya sido conocida por los dirigentes del régimen antes. El daño causado por el descontrol de la inflación puede ser irreparable, si bien no todo el mundo pierde con precios creciendo en tasa interanual a casi un 40%. Habría que mirar a la recaudación tributaria del régimen comunista que, vía aumento de la inflación, habrá registrado un ejercicio boyante (para viajes internacionales como el realizado por Díaz Canel) pero sin impacto directo sobre el bienestar de los cubanos. La inflación es el síntoma, no la enfermedad. Esta es mucho más grave y lejos de encontrar solución, cada vez va a peor.
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