El CUC de los rezagados y la pérdida de valor
Elías Amor Bravo economista
La Tarea ordenamiento sigue dando qué hablar. Granma acaba de informar de un nuevo plazo para canjear CUC, establecido en 90 días, según el Decreto-Ley 62, publicado en la Gaceta Oficial de la República de Cuba, aprobado por el Consejo de Estado, con fecha 27 de mayo de 2022, y modificativo del Decreto-Ley 37 del 14 de junio de 2021.
Pero, ¿Cuánto CUC queda por canjear? Los últimos datos ofrecidos por Murillo a mediados del pasado año indicaban casi un 70% del efectivo canjeado. ¿Qué ha podido ocurrir para que se tenga que volver a las andadas? Conviene recordar que las autoridades quisieron que la operación de canje de moneda se concentrase en el menor tiempo posible durante 2021, advirtiendo que los plazos serían inflexibles.
Pues no. Año y medio después sigue en vigor el canje de moneda, y ahora por un nuevo plazo de 90 días para el cambio (en efectivo) del CUC por pesos cubanos.Con esta decisión, Al régimen, con esta decisión, no le ha quedado otro remedio que reconocer el fracaso de la operación de canje y que a estas alturas, todavía existe numerario en CUC en manos del público, que sin valor legal, debe ser reemplazado por el peso cubano que surgió de la unificación. Sería interesante saber qué importe en CUC circula por la economía cubana.
Las autoridades justifican los nuevos plazos de la norma para el cambio monetario, por “ la compleja situación, generada por la pandemia, que impidió que un número considerable de personas pudiera efectuar esa operación en los plazos de tiempo establecidos con anterioridad y, por ende, tienen hoy en su posesión esta moneda en desuso".
Puede ser, pero no tiene mucho sentido que otras actividades como el pago de impuestos, no tuvieran estos mismos problemas. Sin duda, hay algo oscuro que no se quiere reconocer. ¿Desobediencia civil? ¿Desconfianza de los cubanos en sus dirigentes?
La apertura de este enésimo plazo para el canje no modifica el cambio establecido en el comienzo del ordenamiento de 1 CUC por 24 pesos cubanos. El problema ahora es el siguiente. Si un cubano tuviera un depósito de 1.000 CUC el 1 de enero de 2021, y lo hubiera cambiado en dicho momento a pesos, habría obtenido un total de 24.000 pesos.
Sin embargo, la inflación que se ha producido en la economía cubana desde aquella fecha hasta hoy, un 98% en la tasa interanual, reduce esos 24.000 pesos en términos de poder de compra a solo la mitad, es decir, unos 12.000 pesos. Lo que en enero de 2021 se podía comprar con 24.00 pesos, ahora es virtualmente imposible. Es lo que tiene la inflación galopante que vive la economía cubana, y que las autoridades no controlan ni tienen políticas eficaces. Por otra parte, esta peligrosa inflación es consecuencia directa de la implementación de las medidas de la Tarea ordenamiento.
Consecuencia, los cubanos que vayan a canjear el CUC por el peso en este momento se encontrarán más pobres que al principio, y con menos poder adquisitivo en pesos cubanos o en dólares. En este caso, la pérdida real es aún mayor. Los 24.000 pesos de comienzos de 2021 se podrían haber cambiado por 350 dólares en aquel momento (el cambio en el mercado informal rondaba los 70 pesos por dólar) pero ahora, lo que se obtendría en dólares, unos 215 dólares, supondría una pérdida de casi un 50% del poder de compra.
Muchos ciudadanos se arrepentirán de no haber atendido los consejos que se hacían en este blog de ir corriendo a cambiar el CUC lo antes posible en cuanto se anunciaron las medidas de canje de moneda. La problemática de la doble moneda que según decían los dirigentes comunistas, iba “a eliminar los escollos que representaba para el desarrollo económico de nuestro país”, al final ha acabado generando una inflación de la que el régimen no sabe cómo salir y que, además, irá en aumento.
Y, sobre todo, una pérdida de valor real en los activos y depósitos que mantienen los cubanos como consecuencia de la inflación. Todos más pobres, sin excepción, excepto el que gasta y se endeuda alegremente sin límites, el régimen, al que una política restrictiva, autónoma e independiente del Banco Central le supondría un corsé para acabar con el caos generado en la economía.
En contextos de elevada inflación, como el actual, los cubanos tienen que empezar a preocuparse por la naturaleza monetaria de sus decisiones económicas, incluso bajo la preeminencia de un régimen de planificación central de la economía. El coste de oportunidad, el rendimiento esperado, el valor presente descontado son conceptos esenciales para que las transacciones económicas sean exitosas.
Los cubanos deben saber que el dinero de hoy no vale lo mismo que el de ayer, pero lo importante es que no valdrá lo mismo que el de mañana. Este, en concreto, podrá valer más o menos, y ello dependerá de que los dirigentes de la economía sean capaces de mantener los equilibrios económicos fundamentales: el déficit público, la cantidad de dinero en circulación, los tipos de interés, el saldo exterior o los precios.
En la economía cubana, estas funciones de política monetaria competen al Banco Central que ha estado ausente de la coyuntura actual, a pesar de que los indicadores se han disparado y están fuera de control. Esa inacción e inoperancia del Banco Central, combinada con su absoluta dependencia del régimen, que no se debe a la falta de experiencia y competencia de los profesionales de la institución, es otro factor que influye de forma negativa en la capacidad de la economía cubana para sortear una situación como la actual, y sobre todo, la que se avecina. La política monetaria es más necesaria que nunca.
Solo hay una forma de aliviar el problema; dejar que todos los que quieran y puedan producir o dar un servicio lo hagan,solo con un minimo de restricciones,y disminuir el enorme aparato estatal que solo produce gastos......
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