La ONAT se lanza a recaudar impuestos en el peor momento

Elías Amor Bravo economista

Justo en el peor momento, y cuando más se necesita el apoyo del gobierno para superar la recesión instalada en la economía cubana desde el segundo semestre de 2019, la Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT) acaba de anunciar su intensión de reforzar las acciones contra “incumplimientos tributarios”. 

Esto es lo que recoge una información publicada en la edición de Granma de hoy. Desde la ONAT se anuncia una “investigación en profundidad de los conceptos que generan más incumplimientos para detectar posibles brechas o bolsas de evasión y se priorizará la exigencia de las deudas de años anteriores”.

¿A qué viene este revuelo, que cae como una espada de Damocles, sobre todo en los pequeños negocios de los cuentapropistas y las parcelas de los arrendatarios de tierras? La economía cubana lleva observando una caída del PIB desde mediados de 2019, que se acentuó durante 2020 por causa de la pandemia del COVID-19, y que en 2021 se mantuvo durante los primeros trimestres y aún estamos a la espera del cierre del ejercicio que, en todo caso, no debió ser muy favorable.

La caída continua del PIB en el marco de una recesión en la que se acumularon otros desequilibrios como consecuencia de la implantación de la Tarea ordenamiento, provocó una estabilidad y caída de los ingresos recaudados por el régimen, tanto de los tributarios basados en la pléyade de impuestos que existen en el país, como los no tributarios, que son las extracciones que el estado realiza de sus empresas y negocios a cuenta de resultados. En todo caso, los ingresos del estado han descendido en un contexto en que, los gastos públicos se han disparado al alza de forma espectacular, llevando el déficit sobre el PIB a un 17,7% en 2020, y el endeudamiento hasta un 118% del PIB en el presupuesto de 2022.

Cerrar esta brecha de proporciones gigantescas y que tiene efectos expansivos sobre los precios y la inflación latente en la economía, solo se puede realizar de dos modos. O bien, reduciendo los gastos y fijando una estrategia de consolidación fiscal, lo que no parece estar en la mente de los dirigentes comunistas cubanos, a pesar de que el presupuesto inicial de 2022 se presentó con importantes recortes de gastos, ingresos y déficit. O bien, aumentando los ingresos, recaudando hasta el último centavo, y parece que los dirigentes han dado órdenes a la dócil ONAT para que se ponga manos a la obra.

Y ha sido dicho y hecho, porque según informa Granma, las acciones de inspección comenzarán a ejecutarse de forma inmediata, desde este mes de junio, y para ello se implementará “un programa de acciones para enfrentar los incumplimientos y captar todos los recursos que deben ingresar al Presupuesto Estatal con el fin de financiar los servicios públicos que recibe la ciudadanía”.

Las tareas de investigación se centrarán, sobre todo, en determinar “los incumplimientos de las obligaciones corrientes de las personan naturales y jurídicas, como el pago de los tributos que se están obligados a abonar mensual y trimestralmente, así como la liquidación adicional anual mediante las declaraciones juradas de ingresos personales, utilidades e ingresos no tributarios”.

En un vano intento por edulcorar las actuaciones inspectoras de la ONAT, Granma ha informado que el programa de investigación “abarca tanto las deudas de las empresas estatales y no estatales, como las de los trabajadores por cuenta propia, artistas y creadores del sector de la cultura y su personal de apoyo, comunicadores sociales y diseñadores, personal que labora en sucursales extranjeras, los productores individuales del sector agropecuario y otras personas naturales”. Son estos, los privados, quienes se tienen que preocupar por esta iniciativa.

Los emprendedores privados cubanos, hacia los que se dirige principalmente esta acción recaudatoria de la ONAT, deben prepararse para lo peor, porque parece que les van a investigar todos los ingresos obtenidos, incluso durante la pandemia. Tener en orden los libros, conocer bien lo que se ha hecho y por qué, buscar asesoramiento profesional y guardar materiales justificativos es una acción previsora adecuada ante la acción de los inspectores de la ONAT, que tienen órdenes de recaudar cuánto más mejor.

Además, Granma señala que la ONAT procederá a identificar y enfrentar los “incumplimientos relacionados con los actos de transmisión de la propiedad, es decir la compraventa de autos y viviendas, incluidas las permutas, gravados con los impuestos sobre ingresos personales (el que vende) o sobre Transmisión de Bienes y Herencias (el que adquiere)” 

Esta actuación va dirigida a los cubanos que en los últimos años han realizado alguna de estas transacciones para obtener ingresos y marcharse del país. Es importante que tengan en cuenta esta circunstancia, ya que, ante la apertura de cualquier expediente sancionador, se podrían generar reclamaciones que, en un eventual regreso a la Isla en algún momento posterior, serían exigidas por las autoridades en frontera.

La ONAT tiene intención de investigarlo todo. Hasta las “subdeclaraciones de tributos efectuadas por contribuyentes que hayan recibido pagos del sector estatal, y los omisos, se refiere a los contribuyentes que no han presentado su declaración jurada en el término legal establecido” y ello sin atender a razones, y además, se perseguirán “los conceptos que generan más incumplimientos para detectar posibles brechas o bolsas de evasión priorizando la exigencia de las deudas de años anteriores”.

En fin, malas muy malas noticias. Hay que prepararse para lo peor. Ni presunción de inocencia, ni nada parecido; en el estado comunista cubano se es culpable en cuanto las autoridades así lo declaran. La presión del fisco en este momento en que parece que “la economía se recupera gradualmente” (según dicen los dirigentes de la economía) es otro grave error del régimen (lo mismo que fue la Tarea ordenamiento) ya que sería mejor esperar a que los actores económicos se consoliden tras un largo período de recesión.

Pero no, la urgencia recaudatoria se impone a cualquier criterio de eficacia económica, y el régimen, aprovechando que la inflación sube un 23,67% en marzo, quiere aprovechar la subida de precios para aumentar la recaudación impositiva nominal y cerrar agujeros. Falso. Con precios en aumento se puede recaudar más en términos monetarios, pero los valores reales (descontada la inflación) son inferiores. Los cubanos notarán una creciente pérdida de su precario nivel de vida. Lo peor no ha llegado aún.

Comentarios

  1. Profesor, si lo peor aún no ha llegado, no quiero imaginar cuando ese momento llegue, gracias por su articulo.

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