¿Cómo se comportó el sector externo de la economía cubana en 2021?
Elías Amor Bravo economista
Los datos acaban de ser publicados en la sección correspondiente del anuario estadístico de la ONEI. Y como vienen expresados en dólares, no existen problemas de comparación monetaria derivados de la aplicación de la Tarea ordenamiento como en otros indicadores de la economía.
Desde luego, los datos no tienen que ver con una economía embargada o bloqueada. El recurso a este argumento para justificar el pésimo desempeño de la economía nacional encuentra en estos datos estadísticos una demostración de que el régimen no dice la verdad. Cuba exporta e importa bienes y servicios libremente con todo el mundo, salvo las restricciones derivadas de la posición competitiva de su oferta y demanda.
Lo primero que cabe señalar es que en 2021 continuó el proceso de deterioro de las cuentas externas de la economía que tuvo su origen en la pandemia del COVID-19 en 2020. De modo que, en el comercio de bienes y mercancías el saldo negativo (deficitario) aumentó intensamente pasando de los -5.528 millones de dólares de 2020 a los -6.465 millones de dólares de 2021, un aumento del 20% en el mismo período. La relación real de intercambio del comercio de bienes y mercancías, que mide el cociente entre las exportaciones y las importaciones, cayó a 23%, el nivel más bajo alcanzado desde 2014.
A este resultado se llegó a resultas de un ligero aumento de las exportaciones, que pasaron de 1.703 a 1.966 millones de dólares, un 15%, que no pudo compensar el crecimiento de las importaciones, que aumentaron de 7.230 a 8.431 millones de dólares en el mismo periodo, con un crecimiento del 17%. Pese a los continuos llamados de los dirigentes comunistas a sustituir importaciones por producción nacional, la elevada dependencia que tiene la economía cubana del exterior hace inviable la aplicación de este principio autárquico, de modo que ha proseguido el trasvase de recursos internos a otros países.
En cuanto al destino geográfico de las exportaciones cubanas, los 1.966 millones de dólares de 2021 fueron a parar, principalmente, a América donde se concentró el 46% del total, unos 906 millones de dólares. Canadá con 614 millones de dólares pasó a ser el principal comprador de bienes y mercancías a Cuba, dejando lejos a Venezuela (el segundo país del continente) con tan solo 103 millones de dólares.
El segundo destino geográfico de las exportaciones cubanas ha sido Asia, con 591 millones de dólares (el 30% del total), siendo China con 418 millones el primer comprador, a gran distancia del segundo que fue Vietnam con apenas 35 millones de dólares.
El comercio dirigido a Europa ocupó 461 millones de dólares (el 24% restante) y aquí el líder con 165 millones de dólares fue España, seguida a distancia por Países Bajos con 71 millones y Alemania 38 millones.
Por lo que respecta a la distribución geográfica de las importaciones que realiza Cuba, los 8.431 millones de dólares procedieron, nuevamente, en un 38% de América, 3.178 millones de dólares, una cifra similar a la procedente de Europa, que fue de 3.156 millones de dólares. Entre los países de América, se destaca la concentración de compras cubanas a Venezuela, 1.246 millones de dólares ocupando el primer puesto de cliente, con clara ventaja sobre Argentina 461 millones o México 361 millones de dólares.
En Europa, el principal suministrador a la Isla de bienes y mercancías fue de nuevo España con 841 millones de dólares, seguida de Rusia con 628 millones, Países Bajos 451 millones o Italia 441 millones de dólares. La diferencia con Rusia es que mientras estos países experimentaron descensos en sus ventas a Cuba, Rusia aumentó de forma intensa el comercio, duplicando sus exportaciones de 2020 a 2021.
Asia con el 20% restante de las importaciones, por un importe de 1.691 tiene a China ocupando el primer puesto con 972 millones de dólares, seguida a gran distancia de Vietnam con 299 millones.
En particular, con Estados Unidos, Cuba realizó importaciones por valor de 371 millones de dólares y exportó por apenas 726 mil dólares, si bien ambas magnitudes registraron aumentos muy significativos con respecto a 2020, del 89% en las importaciones, y en el caso de las exportaciones se han multiplicado por 22. El embargo debe andar equivocado según estas cifras.
En cuanto a la composición de los productos que conforman la exportación, el drama del azúcar ha vuelto a quedar de manifiesto en las cuentas externas, al ver que las ventas de este producto al exterior descendieron un -37% con respecto a 2020 e incluso, con una perspectiva temporal mayor, cayeron un -78% desde 2017.
De igual modo, los productos de la industria del tabaco experimentaron en 2021 un descenso de las exportaciones de un -13%. Por el contrario, hubo crecimiento de las exportaciones en los productos de minería, un 27% y en la pesca un 41%. Sorprendentemente, los productos agropecuarios, que tanto escasean en el país aumentaron sus exportaciones un 35%.
Por lo que respecta a las importaciones, se registró una fuerte caída de las de bienes de capital con el consiguiente efecto de obsolescencia de empresas y actividades, un -23%, en tanto que las importaciones de bienes de consumo (21,8%) y las de bienes intermedios (21,7%) aumentaron.
De modo que las cifras de comercio exterior siguieron reflejando con toda crudeza los graves problemas de la economía cubana.
En un ejercicio poco dinámico para el comercio exterior, Cuba tuvo que volver a importar alimentos por un total de 1.954 millones de dólares, una cifra prácticamente similar a la de ejercicios anteriores. Los alimentos que compra el país en el exterior representan alrededor del 20% del comercio de bienes, y mantienen una estabilidad porque la agricultura nacional es incapaz de cubrir esas necesidades.
Por otro lado, los ingresos de la balanza corriente decrecieron en 2021 con respecto a 2020 un -15,9% pasando de 6.880 millones de dólares en 2020 a los 5.846 millones de 2021. El saldo de la balanza de ingresos ascendió a 5.110 millones de dólares, pero no pudo compensar el déficit derivado del comercio de bienes y mercancías, un 22% más elevado.
El descenso de los ingresos se concentró, principalmente, en la partida correspondiente a los ingresos por turismo que se desplomó hasta los 236 millones de dólares, con un porcentaje de disminución del -68% respecto a 2020. Por otro lado, los ingresos obtenidos por la venta de médicos se mantuvieron elevados, 4.349 millones de dólares (el 74% del total) pero mostraron una evolución más estable con respecto al año 2020 (apenas un 8,8%), conforme la pandemia iba quedando atrás.
Por último, las importaciones de crudo de petróleo muestran un claro perfil descendente desde el año 2019, pasando de 3.272 millones de dólares en 2018 a 1.592 millones en 2020 (último año disponible en la estadística oficial). Los apagones y el estancamiento industrial seguirán.
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