Díaz Canel se va de viaje de negocios

Elías Amor Bravo economista

Nada que objetar. Está entre sus funciones de dirigente comunista, y además, con este periplo internacional, dejando la Fihav a medias en La Habana, se confirma una vez más lo que todos sabemos: el embargo/bloqueo del que tanto habla, no existe.

Sin embargo, antes de proseguir, conviene explicar por qué este blog, dedicado a los asuntos económicos, presta atención a las relaciones internacionales de Díaz Canel. Muy fácil.

Primero, un viaje como este no se improvisa de un día para otro. Un buen indicador es que fuera Raúl Castro, con un amplio elenco de dirigentes, a despedirlo al aeropuerto internacional de Rancho Boyeros. Vaya usted a saber qué le dijo el viejo comunista a su sucesor. Cualquier cosa. La instantánea de Granma, con Rodríguez detrás, es elocuente. Por otro lado, la prensa estatal ya se ha asegurado al decir que este viaje surge de invitaciones oficiales recibidas por Cuba.

Segundo, el viaje obedece a motivos económicos. Desde hace tiempo, no hay dinero en las arcas del estado. Urge buscar apoyo, el que sea, para capear el temporal hasta que aparezca una nueva URSS o Venezuela dispuestas a cargar con el muerto comunista cubano.

Tercero, la elección de países en este viaje no ha sido baladí. Argelia, Rusia, Turquía y China confirman el sesgo ideológico de la apuesta comunista cubana y la urgente búsqueda de un financiero dispuesto a pagar las cuentas.

Vayamos por partes.

En su primera parada en Argelia, donde va a estar del 16 al 19, Díaz Canel declaró a la prensa estatal comunista, “tenemos muchas expectativas con esta visita”.  ¿Qué expectativas? ¿Quién tiene las expectativas? ¿El nieto de Fidel Castro que organiza fiestas para millonarios, o el cubano que recibe una pensión miserable con una inflación del 32,7%?

En el aeropuerto internacional argelino Díaz Canel, acompañado de Lis Cuesta, fue recibido por una corte de segundo nivel, Aiman Benabderrahmane, primer ministro y los ministros de Salud y Cultura, Abdelhak Saihi y Soraya Mouloudji. El presidente no estuvo.

A continuación, en un recinto del aeropuerto, se produjo un encuentro entre la delegación de comunistas cubanos y sus anfitriones argelinos en el que se recordó a Fidel Castro, que visitó en más de una ocasión el país africano, donde mantenía muy buenas relaciones políticas con sus dirigentes. Con esta fanfarria que no venía a cuento, porque eran historias de hace más de seis décadas cuando el mundo era diferente al actual, Díaz Canel entonó el asunto principal: los vínculos bilaterales, consolidar las “buenas relaciones”. Traducido a lenguaje comprensible: dinero, dinero y dinero.

Y, básicamente, porque no se puede estar perdiendo el tiempo, el principal objetivo de Díaz Canel parece que es resolver la grave crisis del sector electroenergético cubano, y poner fin a los apagones que alteran las condiciones de producción y de vida en el país.

El twitter del dirigente comunista cubano ha sido la fuente de información a sus seguidores, y así en un mensaje, dijo que “luego de dos años bajo el impacto de la COVID-19, cruzamos nuevamente el Atlántico” para añadir que el periplo “responde a las prioridades políticas y económicas de Cuba, así como a los esfuerzos por aliviar los efectos de una crisis pospandemia que agobia a todo el mundo, y en nuestro caso se agudiza por los efectos del bloqueo de los Estados Unidos”.

Antes de proseguir es conveniente revisar los datos disponibles. En su primera parada en Argelia, Díaz Canel y Lis Cuesta, acompañados de Bruno Rodríguez, Alejandro Gil, Rodrigo Malmierca (que también se ausentó de Fihav), José Angel Portal y el flamante, Vicente de la O Levy, ministro de energía y minas no tuvieron más remedio que reconocer que el comercio exterior de Cuba con el país africano es desequilibrado y complicado.

Las exportaciones de Cuba ascendieron a 904 millones de dólares en tanto que las importaciones a la cifra de 277.389 millones de dólares (año 2021, último disponible). El balance es muy favorable a Argelia y la tasa de cobertura del comercio exterior es un 0,32. El déficit anual de Cuba con el país africano es superior a 276.000 millones de dólares, por lo que su pago, para un régimen en quiebra, puede ser problemático. Argelia ocupa un puesto destacado en la lista de acreedores y se está poniendo nerviosa. Por otro lado, ¿Qué puede ofrecer Cuba a este país? ¿Más médicos? ¿Artistas? ¿Asesores de diversas ramas? ¿Tecnología tal vez? Difícil y complicado. Argelia está en otra onda, y no parece que tampoco vayan a enviar turistas a la Isla.

Parece que el viaje pasa por negociar el pago de la deuda acumulada, que puede ser muy superior al billón de dólares, observando las cifras de los últimos años. La prensa estatal lanzó balones fuera y describió la agenda de trabajo en tierra argelina con actividades, como "el intercambio de Díaz Canel con su homólogo anfitrión", que no lo recibió en el aeropuerto; “un encuentro con colaboradores de la brigada médica cubana y miembros de la misión estatal de la Isla” y un poco de turismo, con la visita “a lugares de trascendencia cultural e histórica de esta nación”.

Es pronto para valorar las consecuencias de este viaje. Se tiene la impresión de que no cabe esperar más que una cierta continuidad y que loa argelinos seguirán esperando a cobrar lo que se les debe. Incluso puede que se firmen unos cuantos compromisos para salir del paso, al estilo de los acuerdos pajarera del antiguo CAME soviético. La relación entre los dos países no admite escenarios alternativos. Y prepárense para lo mejor en este periplo, que apenas acaba de empezar.

 

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