La Fihav 2022: gastos sin control en el "mercado cubano" de Malmierca

Elías Amor Bravo economista

A veces, las informaciones económicas procedentes de Cuba causan hilaridad. Es lo  que ocurre con una nota de Granma, en su edición de hoy, titulada, “Próxima Feria confirma la confianza del mundo en el mercado cubano”.

Se refiere a la 38 Feria Internacional de La Habana Fihav, que tendrá lugar entre los días 14 y 18 de noviembre. Un evento que se inscribe dentro de las competencias de Malmierca.

Esta feria internacional es, en primer lugar, un ejemplo de la inutilidad del argumento del embargo/bloqueo, ya que su objetivo, según las autoridades, no es otro que “contribuir a la inserción de la economía cubana en el escenario internacional, promoviendo negocios de forma directa entre empresas cubanas y extranjeras y aportando a la estrategia de recuperación aprobada por el gobierno de la Isla”. 

De modo que a pesar del bloqueo o gracias a él, en esta edición, acuden empresas y organizaciones de 60 países (entre ellos, Italia, Rusia, Brasil, España, México, Venezuela, China, a los que se suman por primera vez Emiratos Árabes Unidos, insisto, un buen ejemplo de que el argumento del bloqueo es agua pasada) y otras 189 entidades cubanas, la mayoría empresas estatales aunque este año se ha dado autorización a determinadas “formas de gestión no estatal”, sin precisar cuántas ni a quién.

Malmierca ha tirado la casa por la ventana y no ha escatimado en gastos, a pesar de que todavía solo se han recuperado 4 de las 100 mil viviendas afectadas por el ciclón en Pinar de Rio. Y así ha empezado por habilitar un sitio web en el que se puede encontrar información sobre el programa y las actividades a desarrollar y declaró a Granma que “uno de los eventos más importantes es el V Foro de Negocio, dedicado fundamentalmente a la inversión extranjera y donde se presentará la actualización de la cartera de oportunidades de negocio con presencia de capital extranjero”. A río revuelto ganancia de pescadores, Bueno, ya se verá. 

La agenda de gastos sigue inflándose sin control. En el certamen, está previsto el desarrollo de cuatro paneles sobre la Zona Especial de Desarrollo Mariel, así como un intercambio de centro de agencia de promoción de negocios, se expondrán las bondades de la ventanilla única de la inversión extranjera, además de las oportunidades de inversión extranjera para los cubanos que residen en el exterior.

Y siguen los gastos. También se incluyen otras actividades, como "la presentación del portal de inteligencia artificial de ProCuba, la designación de Cuba como sede de la Expo Aladi 2023 y un comité empresarial bilateral entre Cuba e Italia”.

Y del bloqueo, mejor ni hablar. Hasta las empresas procedentes de Estados Unidos han podido participar en el evento, si bien, cumpliendo las formalidades que les establece el contencioso que rige las relaciones con Cuba. Nada del otro mundo, solo realizar la solicitud en la Oficina de Control de Bienes Extranjeros. Una nadería, para tanta historia de embargos y bloqueos criminales.

De toda esta fanfarria de la prensa estatal, sin embargo, hay que leer entre líneas y sacar las propias conclusiones. Al fin y al cabo, no estamos dentro de Cuba y, por tanto, no estamos obligados a creer a pie juntilla lo que dice el régimen.

Una primera conclusión es la confusión que tienen los comunistas cubanos con el término mercado, que por otra parte, es bien conocido de todos los que van a asistir a esta feria. Y ese desconocimiento se produce en el titular elegido para la noticia, cuando dice “Próxima Feria confirma la confianza del mundo en el mercado cubano”. 

Si, por supuesto que está muy bien lo del mercado cubano, pero ¿de qué mercado estamos hablando? ¿Tal vez de las tiendas que venden en MLC  a quienes tienen acceso a las divisas? ¿O quizás se está pensando en los cubanos que solo tienen pesos y se ven obligados a realizar largas colas para cualquier cosa en las desvencijadas bodegas? Incluso, se podría pensar en el mercado de los pequeños arrendatarios obligados a vender en pesos cubanos sus cosechas y luego a pagar en MLC los insumos en las tiendas de Gelma. 

Sería bueno saber de qué mercado cubano hablan los comunistas. Mercado es un concepto que no corresponde ni a espacio ni lugar ni tiempo, pero que los economistas conocen bien, porque combina dos cosas fundamentales: necesidades y poder económico. Cuando falla una de esas cosas, ya no hay mercado. 

En Cuba, las necesidades son totales y absolutas, porque el sistema económico comunista no quiere que la producción y con ella la rentabilidad y la riqueza, aumenten. Existen necesidades de todo tipo, muchas de ellas no cubiertas por un estado ineficiente e improductivo que no deja espacio a la actividad privada. Pero, ¿hay poder económico? 

Bueno, quizás para un determinado sector de la población, un 30% según el ministro Gil (que recibe remesas del exterior) exista potencial de compra, pero y ¿qué ocurre con el 70% restante? Pues que con sueldos y pensiones en pesos cubanos que han perdido todo el poder adquisitivo ganado con la tarea ordenamiento, saben que no es posible llegar a fin de mes y observan con preocupación que están en una situación límite. 

¿Es este el mercado cubano del que habla Malmierca? Mucho dudo que una empresa extranjera, la que sea, pueda tener algún interés en desplegar actividades en un espacio de miseria y pobreza, en el que las necesidades abruman, pero no hay capacidad económica. Es decir, no hay mercado cubano, y la responsabilidad es del régimen y su obsesión enfermiza con el modelo comunista.

Y luego está la responsabilidad de quien está al frente. De nada sirve botar el dinero, el poco dinero que queda en las arcas del estado, para organizar esta fanfarria, si la base principal del modelo es inadecuada. Desde luego pueden ser unos días de asueto y de respiro en ese universo de escasez perenne, pero nada más. 

La feria, como en certámenes anteriores, pasará sin pena ni gloria. Por cierto, van por la número 38, ¿alguien ha tenido acceso alguna vez al control de los fondos destinados a este certamen? Casi siempre en estos casos, la pregunta suele ser la misma ¿dónde está la contralora que no mete mano allí donde realmente hace falta? 

No digo que se analice el impacto en términos de negocios de la feria, es decir, las oportunidades del "mercado cubano", sino que se recopile la lista de gastos de actividades públicas, comunicación, imagen, gastos en comidas, bebidas, viajes, hoteles, regalos, etc durante la Fihav 2022. No estaría de más, a lo mejor, casi seguro, nos llevamos alguna sorpresa de ese “mercado cubano” del que habla Malmierca.

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