La inversión extranjera en Cuba: el dato de los "amiguetes" del régimen
Elías Amor Bravo economista
Los amigos del régimen comunista cubano están por todas partes. Incluso en los sitios más increíbles. Ayer tuvimos una oportunidad de comprobar que cuando se trata de ayudar al sistema político de la Isla, los amigos no escatiman recursos ni prestigio. Me refiero a la rueda de prensa de presentación del informe de CEPAL titulado “La Inversión extranjera en América Latina y el Caribe 2023”. Allí el secretario ejecutivo de este organismo, José Manuel Salazar-Xirinachs se descolgó con la respuesta a una pregunta de la agencia Prensa Latina, y dijo que en 2022 en la Isla se registraron 35 nuevos negocios con capital extranjero, 18 más que en 2021. Asombroso.
Y la realidad es que cuando se examina la publicación citada, estos datos no se encuentran en ningún sitio. En concreto, en los cuadros 1.A1.1 al 1.A1.5 (páginas 68 a 85) donde se presentan las estadísticas de inversión extranjera directa en América Latina y Caribe hay información de 32 países de la región, pero Cuba no facilita sus datos y por tanto, la Isla no figura en ninguno de estos cuadros básicos del informe. Revisando el resto del contenido de los distintos apartados, la única referencia a Cuba se encuentra en proyectos de energía solar, y poco más. La Isla sigue estando al margen de la información oficial, una práctica que el régimen comunista parece no querer cambiar, ni siquiera con los amigos, como CEPAL.
Y aquí viene lo mejor, porque habría que preguntar al director gerente del organismo en virtud de qué o por qué el tiene esa información de la inversión extranjera en la Isla, de la que no se da cuenta alguna en la publicación presentada.
¿Habrá que creerse al director gerente y los datos amigables que ofreció de Cuba? Señalar 35 nuevos negocios con capital extranjero, 18 más que en 2021, supone aceptar una realidad que no es tal, y que así, de bote pronto, coloca a la Isla comunista como uno de los países con mayor atracción al capital extranjero del continente. Incluso, añadió, esos proyectos “fantasma” que no aparecen en la publicación oficial, alcanzaron un importe de 400 millones de dólares, unos 200 más que en el año anterior.
Incluso, se informó por el director gerente que los sectores prioritarios para el país caribeño fueron la producción de alimentos, con 28%, turismo (18%), petróleo (16%) e industria (14%). E incluso, se reflexionó sobre los productos biofarmacéuticos, las exportaciones tradicionales como níquel, ron, tabaco, azúcar, entre otros, y la exploración de nuevas apuestas como el cobalto, que es un mineral del que la isla posee la tercera reserva mundial. También los servicios informáticos y profesionales.
Y entonces se descubrió la fuente de los datos, al señalar, y cito textualmente, que “en trabajos que hemos hecho con el gobierno cubano se ha identificado que las principales oportunidades están asociadas con la promoción de exportaciones, muy importante para la recepción de divisas dadas las restricciones de acceso a mercados internacionales.
“Trabajos que hemos hecho con el gobierno”. De ahí salen los datos ofrecidos por el director de CEPAL a Prensa Latina para que los saque a pasear en la propaganda comunista. Más o menos, que ni ellos se lo creen. Y lo malo es que este tipo de informaciones lo que hacen es desprestigiar más aún las fuentes informativas sobre la economía cubana, lo que le resta credibilidad y certidumbre, justo lo peor cuando se pretende acceder a los movimientos de capital a nivel mundial.
Esos “trabajos entre amigos” han llevado a la Cepal a “destacar los beneficios de la Cartera de Oportunidades”, calificada como “un diseño de política que actualiza y estructura los datos sobre los proyectos de inversión, sistematiza la información por sectores, montos y provincias”. Y aunque les parezca mentira, el director de CEPAL alabó públicamente la ventanilla única de inversión extranjera castrista diciendo que “permite agilizar los permisos, las licencias y las autorizaciones”.
Hay que ver los amigos del régimen. Están en cualquier sitio y aparecen cuando menos se espera. En un año en que la CEPAL ha confirmado que las inversiones extranjeras directas en América Latina han crecido un 55,2% en 2022 alcanzando su máximo valor histórico, “regalar” al régimen comunista cubano un crecimiento similar, sin que Cuba haga públicos sus datos de inversión extranjera en el informe, no deja de ser algo valioso. Pero inútil, todo el mundo sabe que el capital extranjero pasa de quién no paga sus deudas y se endeuda continuamente porque carece de solvencia financiera. Tratar de decir lo contrario es perder el tiempo.
En todo caso, si fuera cierto el dato de 400 millones de inversión extranjera sería oportuno realizar una comparación con el dato de República Dominicana que (este si que es oficial y se ha divulgado en el mismo informe) alcanza 4.010 millones de dólares, 10 veces más. Los comunistas cubanos deberían tomar buena nota de ello.
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