Mentiras que no llegan muy lejos: los países del Este de Europa

Elías Amor Bravo economista

Un artículo titulado “La restauración capitalista y los mensajeros del desastre” en la sección Desde la izquierda de Granma, publica una serie de falsas afirmaciones sobre la evolución de las economías del Este de Europa hacia la democracia y la economía de mercado. Y por eso, aunque este blog no tiene costumbre polemizar, dada la magnitud de las afirmaciones tendenciosas del artículo y el objetivo más que evidente de manipular la opinión pública, hemos creído conveniente aportar datos, que es lo que pueden hacer los economistas para sostener sus posiciones.

Datos procedentes de EUROSTAT, la oficina de información estadística de la Unión Europea y que presentan rigor y aceptación general entre los profesionales y analistas.

Pues bien, los datos confirman que los países del Este han experimentado a largo plazo transformaciones relevantes en sus economías que han servido para aumentar los niveles de PIB de manera continua e intensa en un claro ejemplo de desarrollo, prosperidad y bienestar. El Cuadro 1 presenta la evolución registrada en el PIB entre 2013 y 2022, una década en la que todos los países han avanzado de forma significativa.

Por otro lado, el Cuadro 2 compara los valores de PIB más a corto plazo para identificar la salida de estos países del Este de la crisis provocada por la pandemia del COVID-19 a partir de 2020. Igualmente, los resultados son muy destacados.

Los dos cuadros presentan información que tumban el argumentario comunista de que estos países cometieron un gran error por desprenderse de sus antiguos “paraísos de los trabajadores” y que lejos de cualquier manipulación o tergiversación de la historia, los datos son contundentes. Los antiguos países comunistas se encuentran en una situación mucho más favorable que en los tiempos grises y oscuros del imperio soviético.  

Nadie, salvo aquellos que disfrutaban posiciones de poder político en la guerra fría, cuestionan el desmontaje del socialismo y la restauración capitalista. Las sociedades han abrazado los cambios con ilusión y nadie argumenta haber vivido estafa alguna con la transformación hacia la democracia y la economía de mercado.

Los que en Granma califican como “disidentes reformadores, que vivieron su momento de gloria en los años 90”, realmente los protagonistas de los cambios producidos en sus países, lejos de ser cuestionados, reciben el reconocimiento de sus compatriotas que entienden que gracias a aquellas personas y los sacrificios que hubo que hacer, ellos viven mucho mejor que las generaciones pasadas, y han heredado unos países de los que pueden sentirse orgullosos. Y eso no lo digo yo, lo dicen los cuadros 1 y 2 que acompañan esta entrada.

El artículo de Granma se recrea dibujando un mundo falso de “privatizaciones, despidos, pérdidas de derechos, persecuciones... nada dejaron en pie. El neoliberalismo salvaje cambió la fisionomía de las antiguas repúblicas socialistas, el rostro inhumano del capitalismo mostró la mueca sórdida que le caracteriza”. Incluso hace referencia en numerosas ocasiones a una presunta “terapia de shock” de obligada adopción, como condición previa para solicitar la intervención del FMI y el Banco Mundial y recibir otras ayudas. Como si a los cubanos no les pareciera que la tarea ordenamiento, sin ir más lejos, es mucho peor que cualquier terapia de choque, y además, para hundir más a la economía en su círculo vicioso.

Cuando en el artículo de Granma aluden a la estrategia que empobreció a los países del Este, lo que evidentemente no es cierto, a tenor de los datos ofrecidos en los cuadros 1 y 2 de esta entrada, parece que estén hablando de los efectos de la tarea ordenamiento, es decir, arruinar su estructura industrial, trabajadores cubanos convertidos en mano de obra barata para el capital extranjero y la cooperación, hundimiento del PIB, cierre de numerosas fábricas, aumento del desempleo, corrupción, población vulnerable en aumento, criminalidad y economía informal. ¿Habrá algo más parecido a Cuba en 2023?

Pueden decir lo que quieran. Pero no podrán ir contra los datos. Virtualmente, todos los países del Este de Europa crecen a medio y corto plazo y superan la crisis del COVID-19 mucho mejor que la media de los 27. Las recetas de la libertad y la economía de mercado han sido un bálsamo para estos países. No hay duda.

Cuadro 1.- Crecimiento 2019 a 2022 del PIB

millones euros

2013

2.022

%

Polonia

388.356,4

656.905,5

69,2

Rumania

142.928,9

285.884,8

100,0

Chequia

159.461,5

276.229,4

73,2

Hungría

102.239,7

170.246,8

66,5

Eslovaquia

74.492,8

109.651,9

47,2

Bulgaria

42.050,2

84.560,6

101,1

Croacia

44.437,1

66.939,0

50,6

Lituania

35.039,5

66.791,1

90,6

Serbia

36.426,7

60.367,9

65,7

Eslovenia

36.454,3

58.988,5

61,8

Letonia

22.791,3

39.062,5

71,4

Estonia

18.910,8

36.181,4

91,3

Bosnia y Herzegovina

13.691,8

23.317,3

70,3

Albania

9.625,4

17.939,7

86,4

Macedonia N.

8.149,6

12.897,8

58,3

Kosovo

5.071,3

8.954,9

76,6

Montenegro

3.362,5

5.796,8

72,4

UE 27

11.516.211,0

15.810.287,0

37,3

 

Cuadro 2.- Crecimiento del PIB 2019 a 2022

millones euros

2.019

2.022

%

Polonia

532.504,7

656.905,5

23,4

Rumania

224.178,6

285.884,8

27,5

Chequia

225.613,5

276.229,4

22,4

Hungría

146.554,5

170.246,8

16,2

Eslovaquia

94.428,3

109.651,9

16,1

Bulgaria

61.558,5

84.560,6

37,4

Croacia

55.644,4

66.939,0

20,3

Lituania

48.916,4

66.791,1

36,5

Serbia

46.005,4

60.367,9

31,2

Eslovenia

48.533,1

58.988,5

21,5

Letonia

30.678,6

39.062,5

27,3

Estonia

27.764,7

36.181,4

30,3

Bosnia Herzegovina

18.296,5

23.317,3

27,4

Albania

13.754,2

17.939,7

30,4

North Macedonia

11.262,0

12.897,8

14,5

Kosovo

7.056,2

8.954,9

26,9

Montenegro

4.950,7

5.796,8

17,1

UE 27

14.018.753,0

15.810.287,0

12,8

 

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